ESTADOS UNIDOS, CANADÁ , 2018
TÍTULO ORIGINAL: Insidious: The Last Key
DIRECTOR: Adam Robitel
PRODUCTOR: James Wan, Oren Peli, Jason Blum
GUIÓN: Leigh Whannell
REPARTO: Lin Shaye, Leigh Whannell, Angus Sampson
DURACIÓN: 103 minutos
WEB: http://www.insidiousmovie.com/IMDB: http://www.imdb.com/title/tt5726086/
VALORACIÓN: 4.5/10
LA FÓRMULA SE AGOTA
En la actualidad el cine de terror comercial se ha
convertido en un tiovivo de jumpscare en el que prima el susto fácil por encima
del hilo argumental. Una de las percusores de esta corriente fue Insidious, la película de James Wan estrenada en 2010 nos dio una
masterclass de sobresaltos y abrió la veda a un estilo que está copado por las
obras surgidas de ese universo: Expediente
Warren, Annabelle y el resto de secuelas/precuelas de Insidious.
El cuarto capítulo de Insidious,
Insidious: La Última Llave es una
precuela de la cinta original y se centra exclusivamente en la figura de la parapsicóloga
Elise Rainier que recibe una llamada
que le ofrece el trabajo más personal que realizará en su vida, volver a la
casa donde se crio para luchar contra los fantasmas de su pasado.
Esta entrega nos sirve para conocer en más profundidad a Elise Rainer, a través de diversos
flashbacks conoceremos como fue su infancia y lo duro que era convivir con su
don en una familia de costumbres tradicionales. Volver a la casa donde se crio
le servirá para cerrar el círculo de una historia de la cual huyo en su
infancia y sigue atormentando a las familias que se han instalado posteriormente
en la casa.
Pese a la interesante incursión en el pasado de la parapsicóloga
y un par de giros argumentales interesantes, el argumento de Insidios 4 es más bien pobre ofreciendo
una historia sin alma al servicio de los jumpscare. Y es que como hemos
comentado al inicio de esta crítica estamos ante una obra que su única razón de
ser es orquestar cuatro sustos para que el público mayoritario se tape los ojos
y emita grititos de pavor. Desde el primer minuto se intenta crear una atmosfera de tensión constante, que en
los primeros compases puede funcionar pero el uso repetitivo de la formula hace
que pierda toda su efectividad y que el factor sorpresa quede prácticamente diluido
llevando al espectador más ávido al sopor.
Lin Shayne vuelve
a ser lo mejor de la película, de la misma manera que sucedió en la tercera
entrega. Ha conseguido crear un
personaje claramente identificable y con un increíble potencial que
lamentablemente están destrozando con estas secuelas/precuelas tan flojas. Leigh Whannell y Angus Sampson repiten en su papel de ayudantes de la doctora
Rainer, sus personajes cada vez resultan más autoparódicos y su única razón de
ser es ofrecer sus cuatro gags cómicos que no siempre funcionan. Destacar la
participación del español Javier Botet
que una vez más es capaz de representar el mal de la manera más terrorífica.
Insidious: La Última Llave hace que la saga empiece a notar unos claros síntomas de agotamiento y de necesidad de reinventarse ya que la opción de susto tras susto no es lo mismo si James Wan no se sitúa tras las cámaras y debe buscar nuevas formulas para aprovechar la figura de Lin Shayne que bien trabajada sigue teniendo mucho recorrido.
Insidious: La Última Llave hace que la saga empiece a notar unos claros síntomas de agotamiento y de necesidad de reinventarse ya que la opción de susto tras susto no es lo mismo si James Wan no se sitúa tras las cámaras y debe buscar nuevas formulas para aprovechar la figura de Lin Shayne que bien trabajada sigue teniendo mucho recorrido.
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