La jornada de hoy en el Festival de Sitges ha tenido un
claro sabor oriental. En la sección Oficial se ha visto Burning, el thriller coreano rodeado de misterio y existencialismo
firmado por Lee Chang-dong, que
adapta una historia de Haruki Murakami.
También de Corea y en clave de thriller se ha presentado Believer, el remake que Lee
Hae-young ha realizado de Drag War,
la película de culto dirigida por Johnnie
To. El realizador hongkonés, además, ha sido el protagonista de la Sección
Seven Chances, donde se ha recuperado, en una versión restaurada, una de sus
películas favoritas, Throw Down.
Filipinas ha sido también protagonista del día con la proyección de los
thrillers Bamboo Dogs del siempre
interesante Khvan, y BuyBust dirigida por un viejo conocido
del Festival, Erik Matti. La
película japonesa Fonotune: An Electry
Fairytale ha puesto el broche de oro a la jornada asiática. Un estilizado
experimento pop, que muestra la travesía de unas almas solitarias en un mundo
post-apocalíptico, unidas por el deseo de acudir a un concierto de una
enigmática estrella, encarnada por Seiji,
miembro del grupo garage punk Guitar Wolf y héroe del underground nipón, que ha
presentado la película en una multitudinaria sesión en el cine Prado.
Sitges ha recibido a un amigo, Sergi López, que siempre ha tenido una relación muy especial con el
Festival, desde que presentó hace veinte años su primera colaboración con el
realizador francés, Manuel Poirier
en Western. Poseedor de un César y un EFA, y con cinco nominaciones a los Gaudí
y tres a los Goya, Sergi López ha
venido hoy al Festival a presentar la maravillosa cinta italiana Lazzaro Felice, que ayer tuvo una gran
acogida en su proyección ante prensa y público. Una fábula emparentada con el
neorrealismo mágico donde se unen las miradas de Vittorio de Sicca, Luís
Buñuel y Federico Fellini.
Por su parte, las cinematografías iberoamericanas han
seguido con su desfile por la Sección Oficial del Festival con la proyección de
Morto ñao fala, la opera prima del
brasileño Dennison Ramalho, a quien
los aficionados recordarán como el guionista de Encarnação do Demônio, de José
Mojica Marins.
Y cuando todavía quedan cuatro días de Festival, Ángel Sala
y su equipo ya pilotan la nave del 2019. De 2001 se saltará a El corazón de las tinieblas, la mítica
novela de Joseph Conrad. Así lo ha
anunciado el director del festival en un encuentro con los medios, en el que ha
situado que la principal referencia del próximo Festival será Mad Max, además de otros títulos de 1979,
como Alien, el octavo pasajero, Apocalypse Now y The Warriors o de 1999, como Eyes
Wide Shut.
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