ESTADOS UNIDOS, 2015
TÍTULO ORIGINAL: Emelie
DIRECTOR: Michael Thelin
PRODUCTOR: Andrew Corkin, Robyn K. Bennett
GUIÓN: Michael Thelin, Rich Herbeck
REPARTO: Sarah Bolger, Joshua Rush, Carly Adams
DURACIÓN: 80 minutos
WEB: http://www.ultramedia.com/emelieIMDB: http://www.imdb.com/title/tt4503598/
VALORACIÓN: 6/10
UNA CANGURO DIFERENTE
Después de que su niñera habitual les fallase, la familia Thompson recurre a la joven Anna para que cuide a sus hijos mientras ellos celebran su aniversario. En un primer momento Anna parece un sueño para los pequeños: les permite comer todo lo que quieran e incluso les deja jugar con cosas que sus padres les prohíben. Sin embargo, poco a poco su comportamiento irá cambiando y los pequeños descubrirán sus verdaderas y oscuras intenciones.
Desde siempre, las babysitters (o niñeras en nuestro idioma)
han sido personajes bastante importantes en el cine de terror y protagonistas
de multitud de films de este género, hasta el punto de ser un icono de
referencia y casi tener su propia temática dentro del mismo. La cantidad de
títulos que las han utilizado como víctimas es enorme, desde la más popular
para el gran público, Laurie Strode
de Halloween (Jaime Lee Curtis en la original, Scout Taylor-Compton en el remake) pasando por otras no tan conocidas
como Camille Belle en Cuando llama un extraño, hasta casos
mucho más recientes como The Boy (la
cual aún no he visto y tengo ganas de pillar de una vez) han dejado claro que
cuidar niños en una película de terror nunca tiene un final agradable. Y lo mismo
pasa con el título que hoy os traigo, Emelie.
Cinta dirigida por el debutante Michael
Thelin y que tras su paso por el Tribeca Film Festival el año pasado ya
está disponible en plataformas digitales para todo aquel que quiera verla. La
diferencia es que esta vez, la niñera no ha venido para ser acosada por el
killer de turno, sino que en Emelie,
la niñera es de quien debemos preocuparnos. Y es que (esto va para los que
tengan, que a mi aun me pilla bastante lejos) nunca sabes con quien estas
dejando a tus hijos.
Una de mis preocupaciones cuando me senté a ver Emelie, era que leyendo las cuatro
líneas de sinopsis y viendo los avances uno ya sabía que aquí, la que cortaría
el bacalao, seria ella. Me preocupaba encontrarme con los 40 minutos de turno
en los que la cinta se dedica a intentar (fallidamente) engañarnos
presentándonos a una joven casi perfecta para luego pegar el cambio a demonio
como si eso fuera una sorpresa, pero por suerte, no es así y el director se
encarga de dejárnoslo claro desde la primera escena, donde ya vemos que la
nueva babysitter no es ni buena ni sincera, por no decir que ni siquiera es una
babysitter. Esta escena también sirve para mostrar que pese a que su trama diga
lo contrario por momentos, no estamos ante un telefilm de domingo por la tarde,
ya que su técnica es bastante personal y minimalista.
Metidos en situación desde el principio y sabiendo que aquí
la mala es Emelie (o Anna, según prefiráis llamarla) la
cinta nos muestra la introducción típica con los padres presentándole a los
niños y dándole las normas de que pueden o no pueden hacer mientras no están, y
una vez se marchan, empieza el juego preparado por esta particular canguro. Es
curioso como de primeras y a sabiendas de que la chica tiene de todo menos
buenas intenciones, la cinta sabe hacerte dudar y te mantiene intrigado sobre
cuál es su propósito durante parte del metraje. Somos conscientes de que es
mala y que tarde o temprano saldrá su verdadera cara, pero no tenemos ni idea
de por qué ni de que quiere hacer, y sobre eso se sustenta la película. Con un
ritmo lento pero que mantiene en vilo, la cinta nos va mostrando cada vez más
sus cartas, empezando por juegos de niños (nunca mejor dicho) y evolucionando
poco a poco hacia algo cada vez más adulto y aunque no de la forma que todos
esperaríamos, también perturbador. Digo esto porque pese a que Emelie pueda parecer un film de terror,
aunque roza el género en varios tramos, estamos ante un thriller psicológico
que se pasea entre el drama y el suspense según le dé. Las acciones de Emelie, según van descubriéndose, son
más propias de una persona trastornada e inestable que de una psicópata
propiamente dicha, así que no esperéis verla masacrando niños porque (salvo
algo puntual y necesario) no es por donde va la cosa.
Pero esto no significa que la película no sea interesante o
que no impacte, ya que algunas de sus escenas más incomodas o perturbadoras,
por decirlo de alguna manera, no tienen un solo momento violento en ellas, por
lo menos no violencia física como todos la conocemos. Me atrevo a decir que Emelie tiene escenas bastante
shockeantes e incluso incomodas teniendo en cuenta que hay niños de por medio y
eso que objetivamente apenas pasa casi nada relevante ni explicito, pero es
precisamente esa manera sutil y natural de mostrarlo la que me hizo removerme
por dentro ante la estampa que tenía delante. No penséis que me refiero a una
parte final o al clímax, estos momentos ocurren a media película y forman parte
de los extraños juegos de Emelie,
sobretodo destacaría “la hora de las películas”. Y es que para mí, la parte de
film que mejor funciona y sobretodo, que más impacta, se encuentra en la
primera mitad.
Con esto quiero decir, que pese a que la cinta en general me
ha gustado, para mí es un claro caso de cómo ir de más a menos. Llegados a
cierto punto, es necesario dar pistas de qué coño le pasa a Emelie aka Anna para que haga las cosas que hace, y cuando llega “la hora del
cuento” y la agradable niñera explica una particular historia, nos encontramos
con una explicación que pese a ser creíble y tener parte de lógica, para mi
deja demasiadas cosas sueltas y puede desmontar un poco lo visto anteriormente.
No es que me esperara la explicación más sorprendente u original del mundo,
pero el comportamiento de la babysitter daba para algo mejor y a ser posible
más coherente. Es como si durante media película, tuvieran en mente una trama
para Emelie y hacia la mitad,
decidieran darle otra diferente que para mí no tiene tanta fuerza. No quiero
decir mucho más para no hacer spoilers, pero los que la veáis creo que
entenderéis lo que quiero decir. Ambas maneras podrían haberse utilizado por
separado de maravilla (una con más gancho que la otra, eso si) pero juntas dan
la sensación de que todo queda demasiado suelto y falto de coherencia. ¿Quiere
esto decir que una vez llegados al último tercio la película se estrella? Para
nada, Emelie funciona igual como
thriller y como cinta de terror psicológico en este tramo, pero si es cierto
que si tengo que elegir, me quedo más con su planteamiento que con su
resolución.
Por suerte todo esto queda salvado por un reparto que sin
ser llamativo especialmente si cumple correctamente con su cometido, empezando
por una intrigante y contenida Sarah
Bolger como Emelie-Anna, que
lejos de histrionismos y exageraciones construye a una chica con problemas
mentales bastante creíble que se pasea entre lo vulnerable y lo inquietante,
diciendo muchísimo más con miradas que con palabras. La acompañan el trío de hermanos, que
curiosamente no desentonan pese a ser niños y donde todos tienen su momento
para destacar: el pequeño Thomas Bair
seguido por Carly Adams y el mayor, Joshua Rush.
Lo que funciona:
Toda la parte del planteamiento y los juegos de Emelie funcionan y si te metes en la historia hay un par de
momentos que sin violencia de ningún tipo son bastante perturbadores y hasta incómodos
teniendo en cuenta la edad de los personajes. Las dos sendas que parece llevar
la película (aunque luego sean la misma) me gustan pero creo que una anula la
otra, haciendo que la revelación sepa a poco y sin terminar de echar por tierra
lo visto anteriormente, lo deja un poco colgado. Las interpretaciones, pese a
los fallos que pueda tener el guion, son naturales y creíbles dentro de lo
posible, incluidos los niños.
Lo que flojea: El que busque una película de terror al uso puede que se quede algo chafado ya que aunque tantea el terreno varias veces, esto es un thriller en toda regla. Juega con el drama, el suspense y el terror sin decidirse por ninguno y tampoco la violencia es un factor importante. Una vez llega la explicación y las cartas están sobre la mesa, la parte final sin desmerecer el resto, termina quedando algo floja y sin miga, además de ser bastante corriente y casi casi propia de un telefilm. El guion aunque a ratos funciona y cuando lo hace, lo hace bien, tiene agujeros que le restan coherencia tanto a la película como al personaje de Emelie.
Lo que flojea: El que busque una película de terror al uso puede que se quede algo chafado ya que aunque tantea el terreno varias veces, esto es un thriller en toda regla. Juega con el drama, el suspense y el terror sin decidirse por ninguno y tampoco la violencia es un factor importante. Una vez llega la explicación y las cartas están sobre la mesa, la parte final sin desmerecer el resto, termina quedando algo floja y sin miga, además de ser bastante corriente y casi casi propia de un telefilm. El guion aunque a ratos funciona y cuando lo hace, lo hace bien, tiene agujeros que le restan coherencia tanto a la película como al personaje de Emelie.
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