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4/10/24

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BRASIL, 2024


TÍTULO ORIGINAL: Enterre seus mortos
DIRECTOR: Marco Dutra 
GUION: Marco Dutra 
REPARTO: Selton Mello, Marjorie Estiano, Danilo Grangheia 
DURACIÓN: 128 minutos

APOCALIPSIS CAOTICO



Hay películas que lo apuestan todo. Y luego está Bury Your Dead, que apuesta, sube la apuesta, revienta la mesa, quema el casino… y olvida por completo que alguien tenía que contar una historia.

La sinopsis parece escrita con imanes en la puerta de una nevera: hombre misterioso que recoge animales muertos (check), cura excomulgado con más pasado que futuro (check), plaga inexplicable, sectas, asesinos en serie y una pizca de terror cósmico a lo Lovecraft, por si todo lo anterior no era suficiente. El resultado no es una narrativa, sino un accidente de tráfico entre subgéneros.

Y sin embargo, empieza bien. Muy bien, incluso. La atmósfera es gris, desolada, apocalíptica en el sentido más literal. El aire pesa. El silencio incomoda. Pero eso dura unos quince minutos, antes de que la película se transforme en un laberinto sin centro, donde cada personaje parece venir de una película distinta y cada escena juega a ser la más críptica del año.

La dirección intenta imponer gravedad, pero se ahoga en sus propias pretensiones. Los diálogos no ayudan: líneas crípticas como “el silencio es un lenguaje que nadie ha aprendido” o “el alma del mundo está enterrada entre los dientes de los perros” se repiten con cara de póker, como si significaran algo. Spoiler: no lo hacen.

El cura excomulgado (probablemente el mejor personaje de la película, por carisma puro) intenta sostener parte del relato, pero el guion lo lanza de una escena a otra sin lógica. El hombre que recoge animales muertos, por su parte, tiene potencial visual y mitológico... pero nunca se desarrolla. Es puro misterio sin propósito. Y el terror lovecraftiano se limita a un par de tentáculos CGI y frases en voz baja sobre “lo que duerme bajo la tierra”.

Bury Your Dead es un catálogo de buenas ideas sin dirección, una especie de apocalipsis boutique que quiere ser poético y termina siendo un collage frustrante. Puede que encuentre su culto con el tiempo, en algún rincón oscuro de internet donde la narrativa sea opcional. Pero para el resto de los mortales, la experiencia se siente como un ritual fallido: mucha ceremonia, poca revelación.

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