HUNGRÍA, 2015
TÍTULO ORIGINAL: Liza, a Rókatündér
DIRECTOR: Károly Ujj Mészáros
PRODUCTOR: István Major, Gábor Ferenczy
GUIÓN: Bálint Hegedûs, Károly Ujj Mészáros
REPARTO: Mónika Balsai, Szabolcs Bede Fazekas, David Sakurai
DURACIÓN: 98 minutos
VALORACIÓN: 7/10
A estas alturas es muy difícil encontrarnos con alguna película que consiga sorprendernos, pero si os digo que acabo de ver una película húngara con números musicales en japonés, estética retro y colorida, surrealismo por doquier, múltiples muertes, humor negro a la europea y alguna cancioncilla en finlandés… ¿Qué os parece? ¿Curioso por lo menos, no? Pues no solamente es curioso y sorprendente, si no que estamos ante una película que emana buen rollo desde su primera escena, una obra encantadora que encandilara a los cinéfilos ávidos de ver algo diferente, eso sí con nada de terror pese a tener muertes, espíritus y maldiciones orientales.
Liza The Fox-Fairy
nos sorprende desde sus créditos iniciales en los que nos presenta a Liza, una joven que cuida a la viuda de
un embajador japonés en un piso del centro de Budapest y que puede ver al
espíritu de un cantante pop nipón que le acompaña por la casa al ritmo de sus
canciones. Liza está obsesionada con
una novela que narra la historia de una chica que conoce al amor de su vida en
una hamburguesería a la edad de 30 años.
Es por ello que el día de su cumpleaños decide ir a una
hamburguesería convencida que encontrara al hombre con el que compartirá el
resto de sus días. Esto provoca un ataque de celos en el espíritu del cantante
nipón que hará todo lo posible para que Liza
sea solamente suya, y ello conlleva el matar a todos los hombres que se
enamoren de ella. Para romper esta maldición Liza tendrá que encontrar a un hombre que la quiera desinteresadamente,
algo a día de hoy casi imposible…
Uno de los principales encantos de Liza The Fox-Fairy es su protagonista Liza, interpretada
magistralmente por la húngara Mónika
Balsai. Balsai consigue encarnar
un personaje frágil y entrañable, idealista y enamoradizo que consigue
cautivarnos con cada gesto, mirada o lamento que realiza siendo la autentica
reina de esta función.
Destacan también las actuaciones de David Sakurai dando vida al espíritu de Tomy Tani, un cantante japonés de los ochenta que se comunica con
la protagonista a través de canciones y que tiene un lado oscuro que llevara a
la muerte a más de uno. Pese a que los números musicales pueden resultar algo
repetitivos no podemos si no empezar a movernos con lo pegadizas que resultan
sus canciones.
El tercero en discordia seria Szabolcs Bede Fazekas que interpreta a Zoltán Zászlós, un agente de policía recién llegado a la ciudad que
pasa por penurias económicas y es un amante de la música finlandesa. Zoltán es el encargado de llevar el
caso de los asesinatos que rodean a Liza
y circunstancias de la vida acaban compartiendo piso y enamorándose poco a poco
de ella.
La estética de la película es apabullante, un aire retro se
adueña de la pantalla mezclando los colores apagados y marrones de la casa en la
que vive Liza con un aire colorido y
pop de los exteriores y momentos oníricos que se suceden a lo largo del film.
Por otro lado la banda sonora encaja a la perfección con su mezcla de canciones
japonesas y finlandesas que convierten el apartado sonoro de Liza the Foz-Fairy en todo una
experiencia.
Liza The Fox-Fairy es una bocanada de aire fresco en una industria cinematográfica repleta de remakes, pastiches y secuelas. Seguro que muchos intentaran buscarle similitudes con Amelie, pero estamos ante una película muy diferente a la de Jean-Pierre Jeunet, pese a que las dos son trasmisoras de positividad y sus personajes femeninos son cautivadores, Liza the Fox-Fairy amplía su catalogo de registros ofreciendo una visión oscura del egoísmo de los hombres y dosis de folklore japonés. Gran debut en largometraje de Károly Ujj Mészáros, al que desde ya tenemos apuntado en nuestra agenda de directores a seguir.
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