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16/6/14

LA CASA DE LOS MIL CADÁVERES



ESTADOS UNIDOS, 2003

TÍTULO ORIGINAL: House of 1000 Corpses
DIRECTOR: Rob Zombie
PRODUCTOR: Andy Gould
GUIÓN: Rob Zombie
REPARTO: Sheri Moon Zombie, Bill Moseley, Erin Daniels
DURACIÓN: 89 minutos
VALORACIÓN: 8/10

SUBAN AL TREN DEL TERROR DE ROB ZOMBIE



La carrera cinematográfica de Rob Zombie comenzó en el año 2003 con La Casa de los Mil Cadáveres, un slasher visto desde los ojos del músico estadounidense del cual también se encargó de su guion, y como no de la banda sonora.

La Casa de los Mil Cadáveres es un homenaje al cine de género de los 60, 70 y 80, un film lleno de referencias que harán las delicias de los seguidores de este tipo de cine y que ha conseguido hacerse un pequeño hueco en sus filmografías de cabecera.


Rob Zombie rodó el film en el año 2000 para la productora Universal, con la cual ya había trabajado anteriormente diseñando pasajes de terror para sus parque temáticos, pero el resultado final resulto más brutal de lo que ellos esperaban y no se atrevieron a comercializarla. Tras tres años en los que la cinta fue pasando de mano en mano sin que ninguna productora se atreviera a publicarla acabo viendo la luz a través de Lions Gate Entreteinment.

El argumento es clásico, dos parejas de jóvenes recorren los parajes más rurales de Estados Unidos escribiendo sobre las curiosidades que se encuentran por el camino. En una de sus paradas acaban en la gasolinera del Capitan Spaulding un terrorífico lugar propiedad de un fanático del terror y los asesinos en serie.


El lugar cuenta con su particular pasaje del terror que los chicos no dudan en recorrer y en el cual se habla de serial killers como Ed Gein o Albert Fish. También se nombra a un asesino local, el Doctor Satan, el cual genera una gran curiosidad entre algunos de los jóvenes y deciden investigar un poco más sobre su historia visitando el árbol en que se dice que fue ahorcado y después desapareció su cuerpo.

Como presagio de que todo se iba a torcer comienza a caer una terrible tormenta (a todo esto indicar que nos encontramos en plena noche de Halloween) y en mitad de la nada encuentran a una joven haciendo autoestop a la cual deciden recoger.


Este es el inicio del descenso a los infiernos de los cuatro jóvenes que irán a parar a casa de la familia Fireflies, un grupo de sádicos torturadores a los cuales iremos conociendo mejor gracias a sus desquiciantes flashes, y que nos sorprenderán con sus bizarras actuaciones  y sus inhumanas acciones.

Con un ritmo más propio de un videoclip que de un film de terror Rob Zombie nos muestra parte de su imaginario de horror: mad doctors, zombies, canibalismo, deformidades, familias psicópatas, payasos asesinos, rituales satánicos…todo ello impregnado de un bizarro humor negro no apto para todos los paladares.


El apartado técnico es impresionante, todo un goce estético con una fabulosa fotografía que le da al film un toque más retro si cabe ofreciendo unas imágenes dignas de la mejor serie B de los 60 y 70. Todo ello aderezado con una banda sonora muy cuidada, llena de detalles y canciones que encajan a la perfección con lo que nuestros ojos están presenciando.

Como hemos comentado anteriormente todos los personajes poseen un gran carisma, y eso es gracias a las desquiciadas interpretaciones de sus actores principales. El film sirvió para dar a conocer en la gran pantalla a Sheri Moon Zombie, esposa del director y su musa a la cual podemos ver en todas las películas que ha realizado hasta la fecha.  Destacan las actuaciones de Sid Haig y Bill Moseley dando vida a dos personajes memorables: Capitan Spaulding y Otis.

La Casa de los Mil Cadáveres es un film con un aura muy personal y que supuso toda una declaración de intenciones por parte de un director que cuenta a partes iguales sus admiradores y sus detractores, pero al que no se le puede negar un estilo propio destinado a un público muy concreto al que no deja de sorprender película tras película.


1 comentario:

richard chase dijo...

Película de culto,lástima que se le diera poca cabida y solo nos guste a los frikis del celuloide