SLIDER

24/9/16

KNUCKLEBONES



ESTADOS UNIDOS, 2016

TÍTULO ORIGINAL: Knucklebones
DIRECTOR: Mitch Wilson
PRODUCTOR: Dirk Hagen, Mitch Wilson
GUIÓN: Mitch Wilson
REPARTO: Justin Arnold, Tom Zembrod, Katie Bosacki
DURACIÓN: 85 minutos
WEB: http://www.knucklebonesmovie.com/
IMDB: http://www.imdb.com/title/tt3204254/

VALORACIÓN5/10


KNUCKLEBONES, KNUCLKEBONES… ♪♫




Después de sufrir una experiencia cercana a la muerte, Neesa Avery ha ido literalmente al infierno y ha vuelto. Cuando ella y un grupo de amigos descubren un antiguo juego de dados escondido detrás de una pared en una fábrica abandonada durante Segunda Guerra Mundial, se desata a través de tabas un poderoso demonio.

Lo primero y lo más importante que hay que saber antes de sentarse a ver Knucklebones es que ni de lejos estamos delante de lo que será una buena película. Desde el primer minuto se deja bastante claro y no creo que hagan falta más de cinco para saber si debemos seguir viéndola o, si por el contrario, lo mejor es pararla y borrarla del disco duro antes de perder una hora y veinte que podríamos aprovechar mejor echándonos una siesta.

Reconozco que yo no le pido demasiado a un slasher, de por si es un subgénero creado (o eso pienso yo) específicamente para los que no somos demasiado exigentes a la hora de ver una buena matanza y podemos disfrutar viendo la misma fórmula una y otra vez. Dentro de los slasher, muy de vez en cuando, encontramos algún título algo más fresco de lo normal o que destaca por encima de la media, pero me temo que ese no es el caso de Knucklebones.


Esta cinta no pasa de ser un slasher barato de serie B/Z (con esto siempre ando perdido pero creo que tira más a lo segundo) que por cuatro tonterías (y por qué la tarde que la vi supongo que estaría muy aburrido) he decidido aprobar a pesar de tener más fallos que aciertos.

La película arranca con un prólogo/prólogos que no son demasiado esperanzadores en cuanto a la calidad de la misma (tanto técnica como artísticamente la cinta grita a barata por los cuatro costados) pero que al ser solo el principio uno puede pasar por alto. Después nos toca comernos la clásica presentación de personajes todos tópicos, planos y de nulo interés, más allá de terminar siendo carnaza, con melodrama de la protagonista incluido.

Tras los 30 minutos de rigor en los que nunca pasa nada, una vez con los personajes situados en la localización indicada (en este caso, una fábrica abandonada con un historial de asesinatos detrás), la propia estupidez de la que hacen gala hará que terminen jugando a un antiguo juego en el que supuestamente se despierta a un demonio, llamado Knucklebones, tirando unos dados hechos de hueso mientras se recitan rimas para traerlo de vuelta. 


Es a partir de aquí donde la película empieza a ganar algo de terreno, tras varios intentos fallidos y casi sin aviso previo, el demonio se manifiesta en una escena que nos deja entrever que pese a estar ante una película mala, no andaremos faltos de escenas burras. Con el killer-demonio de vuelta a la vida, comienza el cásico juego de persecución en el que los personajes demuestran una y otra vez lo idiotas que son mientras el Knucklebones los va cazando sin tener que esforzarse demasiado, regalándonos así algunas muertes con buen nivel de gore y con el plus de contar con bastante variedad de métodos y armas, que siempre se agradece.

Por si 5 personajes fueran poca carnaza, aparecen además sin ningún motivo y más por un capricho de la historia que otra cosa, un grupo de maleantes callejeros armados con palancas y bates de béisbol que también terminarán pasando por las manos del demonio, sirviendo únicamente para aportar más chicha a la cinta y regalando también (no olvidemos que esto es un slasher y tienen sus propias normas) una gratuita escena de sexo (en la que solo ella esta desnuda, otro clásico) en la que ninguno de los participantes termina demasiado complacido.


Si hay algo que para mí funciona en Knucklebones (mas allá de su propia naturaleza de producto hecho por y para divertir más que otra cosa) es el demonio al que despiertan nuestros incautos protagonistas y que además da nombre a la película. No digo yo que llegue al nivel de los grandes del género pero no creo que tuviera nada que envidiarle a Victor Crowley (saga Hatchet), vamos que no me importaría ver un Knucklebones vs. Victor Crowley a ver cuál de los dos le pone más imaginación a la hora de cargarse a los universitarios de turno.

Es él quien nos trae las mejores escenas de la película, con su aspecto podrido y huesudo vestido con ropa de solado nazi, además de contar con el elemento de poder hablar (o reírse más bien) de sus víctimas en lugar de ser el clásico asesino enorme silencioso. Cualquier cosa que le pille cerca le vale y no hace distinciones a la hora de cargarse a alguien.


Hachazos en la cabeza, huesos rotos y salidos de su sitio (de estos hay bastantes), machetazos, cuerpos partidos por la mitad y hasta una sodomización con una motosierra son los métodos que utiliza aquí el amigo. Los efectos sin ser de primer nivel (hay cosas que se nota que no han podido mostrar por lo mismo) tienen sus momentos y dejan alguna escena resultona. A diferencia del apartado técnico y artístico que es bastante flojo, tirando a malo. 

El reparto es de serie Z, no se salva ni uno, solo Tom Zembrod como el Knucklebones tiene su aquel, el resto recitan sus frases y se pasean por el escenario sin aportar mucho más que sus caras. Los planos y el montaje tiene momentos ridículos, sobre todo para ocultar su escaso (casi inexistente) presupuesto y ni la historia ni el lugar tienen demasiado que ofrecer. Todo queda reducido a ver al demonio haciendo su trabajo y con suerte entretenernos en el camino.


Como ya he dicho, no creo que ni de lejos Knucklebones sea una buena película, ni si quiera estoy seguro de que sea un buen slasher, pero a mí me pilló en una tarde bastante aburrida en la que cualquier cosa me hubiera valido y al final he decidido aprobarla con un 5 raspado aun sabiendo que estamos delante de un título más malo que bueno y que en unos días terminara borrado de mi memoria. Si buscáis un slasher sólido y bien rodado os digo que eso le queda muy lejos, pero si es verdad que he visto cosas mucho peores y que con este al menos me he entretenido un rato. Avisados quedáis, a partir de aquí ya es vuestra responsabilidad…

Lo mejor: verla sin ningún tipo de expectativa y esperando simplemente matar esas horas entre la comida y la cena cuando tengáis una tarde aburrida en la que cualquier cosa os valga. El demonio tiene su gracia y regala algún momento gore conseguido, con muertes variaditas.

Lo peor: que no pasa de ahí. El reparto es malísimo rozando lo ridículo y la dirección y el montaje tampoco se quedan atrás, tiene un aspecto barato casi de serie Z que no se disimula demasiado y más allá de las muertes no tiene mucho en lo que rascar. Es una mala película con algún momento que funciona, pero una mala película al fin y al cabo.


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