EL ÚLTIMO BLOG A LA IZQUIERDA... DE TERRORMOLINS - THE PRICE WE PAY

ESTADOS UNIDOS, 2022

TÍTULO ORIGINAL: The Price We Pay

DIRECTOR: Ryûhei Kitamura

GUION: Christopher Jolley
REPARTO: Stephen Dorff, Sabina Mach, Erika Ervin

DURACIÓN: 85 minutos

WEB: 
IMDB: https://www.imdb.com/title/tt15441472/

VALORACIÓN: 6/10

ATRACO FINAL

"Cuando un robo sale mal, y una banda de delincuentes resulta herida con una joven rehén a cuestas, encuentran refugio en un modesto motel dirigido por una misteriosa familia. Salvar su pellejo se convierte literalmente en una prioridad mayor que escapar de la policía... y no se rendirán sin una lucha hasta la muerte."

Ver una película de Ryûhei Kitamura (Dowrange, The Midnight Meat Train, Versus), siempre es sinónimo de diversión, ya que su obras suelen estar repletas de gore y humor, aunque en está ocasión. su vertiente más cómica ha desaparecido y la más violenta se la reserva únicamente para su tramo final.

Estamos ante una cinta que combina unos primeros compases de thriller de acción y robos, en el que un grupo de ladrones asalta una casa de empeños. El resultado del atraco es uno de los atracadores herido y una joven de rehén. En su huida se quedan sin gasolina y se refugian en una retirada granja, en la que les ceden una habitación para que pasen la noche.

Una vez instalados, y tras la llegada de varios de los miembros de la familia a la granja, empezarán a sospechar que algo sucede en ese lugar, descubriendo el terrible secreto que guarda esa familia. Es aquí donde la película toma un rumbo radicalmente opuesto al que ofrecía y comienza su festival de sangre y gore extremo.

Este estilo argumental puede recordarnos a Abierto hasta el Amanecer, donde un grupo de ladrones con rehenes se mete en el bar equivocado, o a No Respires, donde unos ladrones acaban merced del propietario de la casa que a priori parece totalmente inofensivo.

The Price We Pay, recupera en parte el torture porn que tan de moda estuvo a principios de siglo, y le suma una psycho killer demencial, que hace que su último tercio sea 100% disfrutable. Lástima que hasta llegar a ese punto, la historia sea un puro tramite que no despierta nuestro interés.