ESTADOS UNIDOS, 2012
TÍTULO ORIGINAL: John Carter
DIRECTOR: Andrew Stanton
PRODUCTOR: Lindsey Collins, Jim Morris, Colin Wilson
GUIÓN: Andrew Stanton, Mark Andrews, Michael Chabon
REPARTO: Taylor Kitsch, Lynn Collins,Samantha Morton
DURACIÓN: 132 minutos
VALORACIÓN: 2.5/10
DISNEY, TÚ ANTES MOLABAS
Desde que la compañía del tito Walt dejara la
animación y empezara a meterse en las películas de real action nada ha vuelto a ser lo mismo, vale que tiene algunos
títulos medio fumables como Piratas del
Caribe (la primera, el resto es una chufa) pero este engendro salido de
dios sabe dónde (me dicen que está basado en una novela que espero sea mejor) no
se lo tragan ni ellos, y lo peor es que encima planean sacar una segunda parte,
nos toman por tontos.
Pero a lo que vamos, John Carter o bienvenidos a ciudad cliché, es una cinta en la que no
hay nada absolutamente nada que no se haya visto en otras 50 por lo menos. Un
hombre honrado con un triste pasado por casualidades del destino acaba en otro
planeta, que viene a ser Marte (no hace falta irse a una galaxia muy muy lejana
para tener aventuras) donde se convierte en una especie de superhéroe que se
enamora de una princesa lo que le lleva a luchar a su lado en la guerra
definitiva entre el rojo y el azul ¿original, a que sí?
Superado ya el guión cliché lleno de
incongruencias como: el héroe no sé da cuenta que está en otro planeta hasta
que se lo explican con piedras y palos, a pesar de que ya se había cruzado con
una raza de aliens verdes con varios brazos lo que pensaría que es normal fuera
de EE.UU; el malo maloso tiene miedo de
la raza verde cuando él porta el arma definitiva que por cierto usa de la peor
manera posible ya que bien podría haberse hecho con todo el planeta sin el
paripé de la boda ¡ah no espera! que hay unos calvos transformistas que le
mandan en todo y tienen el peor propósito de vida de la historia, todo esto
como ejemplo y sin contar con la relatividad del tiempo en Marte.
Tras varios derrames producidos por tanta
lógica aplastante (no sabéis lo que me cuesta no usar palabras mal sonantes)
vamos con los personajes topicazo total, empezando por Carter alias el nuevo Superman
sin capa que es un musculitos más tonto que Picio; la princesa única mujer
(humana) que tiene más de un minuto en pantalla, que se supone que es muy lista
pero en sí que conoce la fuerza del amor (en serio esto es un spoiler, se ve
venir desde el minuto cero) se vuelve tan tonta como el nuevo novio; la mascota
simpática oportunista que es la una criatura no abofeteable; el rey de la tribu
que se hace amigote del prota y le concede hasta el cielo sin saber si podría
ser peligroso para toda su raza; lo malos ambos dos, inútiles hasta el final y
como guinda del pastel el sobrino un poco cortito que caza moscas con la boca.
Con tal panorama no es raro que haya caído en
el olvido en tan solo un año, mejor dicho, al poco de su estreno ya nadie se
acordaba de ella y es que además de todo esto en el apartado técnico tampoco es
que se luzca mucho para bien (se entiende), la banda sonora es para echar de
comer aparte y los efectos especiales a veces y solo a veces funcionan, el
resto parecen dibujos animados pegados con cola y dejando chorretones.
Mala malísima, no creo que conozca en esta
vida a nadie que disfrute plenamente de ella, aunque si es cierto que entre
tanta flipada (que las tiene a patadas) y la chica guapa (tampoco hay más donde
elegir) pues a ratos se hace entretenida siempre y cuando no pienses demasiado
en lo que sucede, pero aun así no merece la pena tirar dos horas de vida con
ella.
4 comentarios:
Bueno, a mi tampoco me pareció tan mala. De este tipo las he visto peores como el Principe de Persia, por ejemplo. Esta es tópica y eso pero es entretenida.
Visualmente espectacular por momentos, pero ¿y el resto?, parece que se lo pasaron por el forro de los cojones.
Miedo me da Disney de su cada vez mayor poder sobre Pixar. ¡Disney, tu antes molabas!.
A mi me parece una gran producción y espero que salga la segunda parte, y para los alargados de cara que no les gusto muérdanse lo cojones!
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