CRITTERS

ESTADOS UNIDOS, 1986

TÍTULO ORIGINAL: Critters
DIRECTOR: Stephen Herek
PRODUCTOR: Rupert Harvey
GUIÓN: Dominic Muir, Stephen Herek
REPARTO: Dee Wallace, M.Emmet Walsh, Bill Green
DURACIÓN: 82 minutos
WEB:
IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0090887/?ref_=sr_1

VALORACIÓN: 6.5/10

PEQUEÑOS BASTARDOS

Después de bombazo que supusieron los Gremlins, nacieron tropecientas mil razas de bichejos enanos y un poco puñeteros que dieron lugar a sus correspondientes sagas (ya sabemos cómo funciona esto, hay que reventar la gallina de los huevos de oro mientras ponga huevos) y una de ellas fue Critters, que junto a los Ghoulies (por cierto malísima) supondrían los dos sucedáneos más famosos de Guizmo y amigos.

Este es un producto de su época, desprende “ochenterismo” por los cuatro costados, tanto la música muy rollo glam metal, las pintas y sobre todo el modelo de familia muy representativo del cine de aquellos años: con un padre trabajador un poco chapado a la antigua, una madre que cuida la casa y se desvive por los hijos, la hermana mayor con las hormonas revueltas que siempre anda de piques con su hermano y el niño pequeño un poco trasto pero que en el fondo es un trozo de pan y se convierte en el héroe salvador de la historia, vamos la que podemos encontrar en cualquier otra película de aventuras juveniles de aquella década.

 

La historia tampoco se anda mucho por las ramas, es sencilla y casi una copia de los Gremlins en esencia, bichos tocapelotas destrozándolo todo, solo que para darle un toque diferente se atreven a mezclarlo con La Guerra de las Galaxias convirtiendo a los monstruitos en prisioneros espaciales perseguidos por un par de metamórficos un poco secos y tan sutiles y cuidadosos como un elefante en una cristalería. Pero cuidado, aun naciendo como copia los Critters tienen mucho carisma, sobre todo cuando les dan la palabra (la escena con el muñeco de E.T es desternillante) y precisamente de ahí deriva uno de los fallos de la cinta, que no les dan casi minutos, se centran más en los cazarrecompensas sosainas que ni pinchan ni cortan, aparte de que tardan una eternidad en hacer acto de presencia, y es que se tiran solamente media hora para meternos un rollo familiar que duerme hasta las ovejas.

Pero lo mejor de todo son los efectos especiales, una pasada, añejos y cutres como deben ser, de esos en los que no se ven los hilos de puro milagro. Los muñecajos son feos y molones a partes iguales y los viajes espaciales que es donde más se nota la falta de tecnología y de medios (no hay que olvidar que estas no eran grandes producciones, eran prácticamente carne de videoclub) dejan ese regustillo nostálgico de cuando no se explotaba tanto el poder de los ordenadores.

No es un clásico, muchos ya la habrán olvidado y las nuevas generaciones ni sabrán de su existencia pero Critters es la mejor copia barata de los Gremlins, la más divertida y gamberra, y con la única que se puede pasar un buen rato sin sentir que se ha tirado el tiempo.