Después de haber revisado las tres primeras entregas, aquí estoy otra vez para terminar este pequeño especial sobre El Muñeco Diabólico. Una vez vista y analizada la trilogía original de la saga, que destacaba por su estética ochentera y donde el patrón principal era ver como el muñeco campa a sus anchas sin que nadie (o casi nadie) pueda saberlo, llegamos a las dos últimas entregas (y las mas polémicas) que mas que secuelas, son algo así como parodias de la misma; y es que el hecho de que Chucky sea un muñeco de plástico no le quita la opción de tener una vida normal paralela (o quizá no tanto) al mundo de los asesinatos, incluyendo el hecho de tener una familia, algo atípica y peculiar, pero una familia al fin y al cabo.
Si las tres primeras partes (a pesar de ser
consideraras películas de terror) ya eran de por sí bastante absurdas, por eso
de que el asesino mida menos de un metro y sea un objeto en principio
inanimado, con La novia de Chucky
los guionistas llevaron la cosa mucho mas al límite, auto parodiando la saga
hasta limites insospechados que volverían a superar de nuevo dándole a la
extraña pareja un hijo en La Semilla de
Chucky, que aparte de parodiar la propia saga se ríe de toda la estética de
Hollywood e incluso de su propia protagonista, Jennifer Tilly.
ESTADOS UNIDOS, CANADÁ, 1998
TÍTULO ORIGINAL: Bride of Chucky
DIRECTOR: Ronny Yu
PRODUCTOR: David Kirschner
GUIÓN: Don Mancini
REPARTO: Jennifer Tilly, Alexis Arquette, Brad Dourif
DURACIÓN: 89 minutos
VALORACIÓN: 8/10
BARBIE... MUÉRETE DE ENVIDIA
Hicieron falta 8 años para que, después de Child's Play 3, Don Mancini volviera a escribir una nueva entrega protagonizada por
el conocido muñeco asesino. Esta vez, eso sí, alejándose de todos los patrones
de las anteriores y tratándola mas como homenaje/parodia que como una
continuación propiamente dicha, a pesar de hacer continuas referencias a las
entregas anteriores y de mantener algún elemento suelto (el hecho del que el
muñeco este con media cara destrozada, por ejemplo). No sé si seré demasiado
objetivo con esta película, puesto que es la primera que vi de la saga cuando
tenía poco mas de 6 años y fue la causante de mi miedo a cualquier muñeco que
hablase o hiciese algo fuera de lo normal, algo curioso teniendo en cuenta que
este film lejos de intentar dar miedo, es una comedia negra en toda regla. Con
esa edad no hace falta decir que no me me hacia demasiada gracia (por no decir
ninguna), sino más bien todo lo contrario, pero que una vez vista años después és
una de las que más me gustan de la saga, a pesar de odiarla durante toda mi
niñez (cosas de críos supongo).
El caso de esta película es bastante curioso, porque
aunque tiene bastantes fans sueltos por ahí, la mayoría de gente la aborrece
por el hecho de convertir a un personaje bastante macabro en un gamberro que se
ríe de todo y de todos. En mi caso eso es precisamente lo que más me gusta de
ella, puesto que el director, Ronny Yu,
decidió darle un enfoque mucho mas cómico y acorde con el año en que se estreno
(finales de los 90). Dudo mucho que después de tantos años alguien (salvo algún
crio despistado como yo) se asustara todavía con la idea de un muñeco asesinado
a personas, mucho menos acompañado de su novia, también de plástico. Así que
con la intención de darle un aire nuevo a la franquicia, resucitaron a Chucky a través de un personaje llamado
Tiffany, su novia de cuando todavía
era un humano. Una vez ha vuelto a la vida, por causas que no voy a desvelar,
este termina matándola y como ya es común en la saga, metiendo su alma en una
muñeca de características similares a las suyas. A partir de ahí, se nos
presenta una historia que lejos de tomarse en serio a sí misma, no pretende más
que divertir al espectador y a los fans a base de múltiples referencias a la
saga original e incluso a otras películas, ya sean de terror o no. La mayor
baza con la que cuenta la película, aparte de él siempre carismático Brad Dourif como Chucky, es el fichaje de Jennifer
Tilly. Esta perfecta como la psicótica, malhumorada y en ocasiones romántica
Tiffany. Su personaje encaja
perfectamente con el nuevo look de Chucky y los dos juntos tienen una
química fantástica (y eso que son dos muñecos de plástico) tanto cuando están
bien como cuando no, porque ninguno son precisamente un compañero fácil de
tratar.
A pesar de dejar de lado cualquier tipo de
suspense o terror, el film tiene una buena dosis de muertes (una de ellas, la
más conocida, es una clara referencia a Hellraiser)
mezcladas con una historia central que aunque algo sosilla y predecible (que
parece una parodia de Romeo y Julieta
mezclado con Bonnie y Clyde), no
molesta demasiado gracias a que los muñecos acaparan casi toda la película.
Odiada por muchos y amada por otros, no puedo terminar sin recomendársela a
cualquier persona que sepa bien lo que va a ver y además quiera divertirse un
rato con las aventuras de estos dos asesinos de goma que lejos de intentar
asustarte, te harán reír con su humor negro, sus referencias al género y sus continuas
peleas domesticas.
ESTADOS UNIDOS, RUMANIA, 2004
TÍTULO ORIGINAL: Seed of Chucky
DIRECTOR: Don Mancini
PRODUCTOR: David Kirschner
GUIÓN: Don Mancini
REPARTO: Jennifer Tilly, John Waters, Brad Dourif
DURACIÓN: 87 minutos
VALORACIÓN: 6.65/10
DE TAL PALO, TAL ASTILLA
Si con La
Novia de Chucky, la franquicia pego un cambio brutal, con La Semilla de Chucky la cosa va todavía
a mas allá. Don Mancini, el que fue
guionista durante toda la saga, se pone esta vez tras las cámaras como director
y nos trae, una vez más, una auto parodia que enlaza como puede y sin
demasiados líos, con el final de Bride
Of Chucky. Si con la anterior película nos dieron a entender que Chucky había dejado de dar miedo, con
esta nos lo confirmaron del todo haciéndolo padre de familia. Y es que en el
universo de Hollywood ni los muñecos se libran de los embarazos no deseados,
por mucho que estén hechos de goma y plástico.
Ya con su explicita introducción (de la que
por cierto, destaco la banda sonora a cargo de Pino Donaggio) nos deja claro que si la anterior entrega no se
tomaba muy en serio a sí misma y tiraba de la parodia, esta va a ser más de lo
mismo. Conoceremos a Glen (apodado Shitface), un muñeco no demasiado
agraciado y algo asustadizo que aparte de no saber de dónde viene ni quién és,
no tiene muy clara cuál es su sexualidad (si, como lo leéis). Por casualidades
de la vida, descubrirá a sus padres por televisión, ahora estrellas de cine, y
viajara a Hollywood con la intención de reunirse con ellos para ser todos
juntos una "happy family".
Pero las cosas no irán tan bien para él una vez despierte a sus padres y
conozca lo que son realmente.
Creo que no me equivoco al decir que este es
la entrega que mas abucheos a recibido de toda la saga, porque ya no es que no
se tome en serio a sí misma, es que de por si no se toma en serio nada; ni los
personajes, ni el guión, ni la continuidad, ni siquiera las propias normas
básicas que tendría cualquier película, aquí todo vale (y poco o nada queda
justificado) y eso a la mayoría les hizo sacar los dientes. Veremos peleas
familiares protagonizadas por tres muñecos inestables mientras intentan dejar
de matar como si de una droga se tratara; veremos cómo Jennifer Tilly decide parodiar su propia imagen hasta resultar (divertidamente)
ridícula y absurda e incluso seremos testigos de una inseminación artificial
por parte de los muñecos, con masturbación de Chucky incluida. Si al leer esto no habéis decidido abandonar la
reseña, significa que como a mí, esta película puede llegar a gustaros, aunque
solo sea por la manera que tiene Don
Mancini de parodiar todo lo que hay en ella hasta extremos ilimitados.
Supongo que es más el cariño a la saga que
otra cosa, pero me reí bastante con La
Semilla de Chucky y a pesar de
sus múltiples defectos argumentales tampoco creo que sea la basura que la gente
ha querido vender (o igual si, eso ya es cuestión de gustos). Y hasta aquí a
llegado este pequeño especial (lo de pequeño es relativo, que menudo tostón os
he soltado en tres entradas) sobre El
Muñeco Diabólico y con el que aprovecho para recordaros otra vez que el
próximo mes, concretamente el 16 de Octubre, se estrenará Curse Of Chucky (La
maldición de Chucky en nuestro país)
la sexta entrega de la saga con
la que Don Mancini ha prometido
volver a los orígenes de la saga, dándole de nuevo ese aire oscuro que a los
fans más asiduos tanto les gusta. Yo por mi parte aunque no le hago ascos a la
parodia, me alegro de volver a disfrutar del suspense que desprendía el muñeco
en sus primeras entregas.
Sin duda,la primera y la novia de Chucky son las que más me tiran. En la novia de Chucky estaba el pobre John Ritter que le tenía cierta simpatía de IT. A ver como será la Maldición de Chucky... Buen post (los tres). Un saludo.
ResponderEliminarAviso de comentario hormonal. A mi esta parte me pillo en plena adolescencia y no pase ningún miedo porque no podía quitar la vista, ni la mente, de Jennifer Tilly y sus atributos.
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