ESTADOS UNIDOS, CANADA, 2012
TÍTULO ORIGINAL: The Lords of Salem
DIRECTOR: Rob Zombie
PRODUCTOR: Rob Zombie, Oren Peli, Jason Blum, Andy Gould
GUIÓN: Rob Zombie
REPARTO: Sheri Moon Zombie, Bruce Davison, Ken Foree
DURACIÓN: 101 minutos
VALORACIÓN: 2.5/10
Hasta el preciso momento en el que he visto The Lords of Salem siempre había defendido
a Rob Zombie como director, que sí,
será un poco estrambótico y se le pira mucho la pinza pero es parte de su
encanto como cineasta, pero en este último trabajo se le ha ido la mano y se ha
pasado tres pueblos con sus ralladas.
Para empezar la historia es una bobada tan
grande como mi cabeza, y os aseguro que soy cabezona: a una Dj le envían un
vinilo (ya me diréis en pleno siglo XXI quien envía vinilos en cajas de madera más
concretamente) y sin comerse mucho el coco por saber su origen decide escucharlo,
con la mala suerte de que despierta algo extraño además de un terrible dolor de
cabeza, comprensible al escuchar el ruido que sale del mismo. Viendo esto uno
pensaría que la muchacha es inteligente y quemaría el disco del diablo, pero
como es rubia de raíz profunda lo reproduce hasta volverse loca y por ende a
nosotros también.
Las cosas se van complicando cuando Satanás
por medio de unas amigas se pone en contacto con ella, haciéndole la vida cada
vez más imposible y más parecida a un mal viaje de éxtasis, dando así espacio a
las paranoias propias de Zombie con
sueños muy operísticos y efectos especiales low-cost, siendo todo un sinsentido
narrado sin coherencia alguna, dejando que las situaciones se den sin más, como
vengan, consiguiendo hacernos sentir un poco tontos al ver que no funcionamos a
las mismas revoluciones cerebrales que el señor. Por lo que teniendo en cuenta que
este tinglado es el que da forma a la cinta, no hace falta echarle mucha
imaginación para saber que no hay por donde cogerla, al menos que estés
colocado.
Lo peor de todo es que no sé a quién intenta
engañar todavía, ya que siempre su querida señora ha tenido un papel relevante
en sus películas, pero esta está hecha exclusivamente por y para el disfrute de
Sheri Moon Zombie, no hay una sola
escena donde no aparezca, solo llega a compartir el mismo protagonismo su culo al
que vemos tanto como a ella, el resto de secundarios pasan sin pena ni gloria
delante de la cámara.
Aparte queda el hecho de que en algún momento se
le cruzaron los claves y creyó que esto era uno de sus videoclips, y es que si
a los últimos minutos (y en general a toda la peli) les quitas el sonido y pones
una de sus canciones encaja perfectamente, comprobado.
Nunca antes había echado pestes de este
hombre, solo su versión de Halloween (la primera parte) me pareció un tostón,
tal y como ha vuelto a repetir aquí. Ni terror, ni sangre, ni nada, solo su
mujer y tetas arrugadas, eso sí, ya se me olvidaba mencionar lo único bueno y
es poder oír en varias escenas el Réquiem
de Mozart, por lo demás una decepción
enorme teniendo en cuenta de que la esperaba como agua de mayo.
Con lo del vinilo y la caja de madera ya has dicho todo lo que pienso de esa película...vamos, que no tiene ningún sentido. Es como estar viendo un videoclip de hora y media en el que nada tiene sentido (hm...¿el perro era suyo también? porque todavía tuvo sus buenos planos de cámara).
ResponderEliminarNo he visto las de Halloween porque los slasher no me convencen, pero teniendo en cuenta que House of 1000 corpses fue su primera película, empiezo a pensar que lo de Zombie como director fue suerte de principiante y poco más.
Yo llevo mucho tiempo con la duda de si verla o no, porque con todo lo que leo sobre ella me da hasta miedo hacerlo... tengo buen recuerdo del cine de Zombie (creo que no tiene una película que no me guste) y no sé si quiero perderlo xD
ResponderEliminarDe momento la dejare aparcada y si me animo a verla ya diré que tal!
Un saludo Darkmina!