16/4/13
FANTER FILM FESTIVAL III
Los pasados días 5, 6 y 7 se celebró en el corazón de Cáceres la tercera edición del FanTer: un festival de cine fantástico y de terror organizado por la web Abandomoviez y que resultó ser un auténtico éxito de público que espera repetir más y mejor el año que viene. Nueve películas y numerosos cortos repartidos en tres días compusieron el programa de un festival en el que han cabido tanto películas comerciales como auténticas rarezas complicadas de ver en la gran pantalla.
El festival abrió con la visita de El Muñeco Diabólico con motivo del 25º aniversario de su estreno y que fue el leitmotiv del evento, ya que casi toda la ciudad estaba empapelada con el siniestro Chucky. Un asesino herido gravemente se refugia en una juguetería y ante la posibilidad de morir realiza un ritual vudú; con ello, su alma de adhiere a un muñeco que irá a parar a manos de un chico como regalo de cumpleaños. Hay que reconocer que pese a los años el muñeco resulta bastante realista, si bien los años hayan pasado por ella y resulta cómico ver las muertes y ataques provocados por el menudo asesino. Con todo, hay que reconocerle un cierto carisma y la nostalgia que desata una película muy característica de su época.
Por su parte, Lobos de Arga constituye una divertida comedia negra en homenaje a las películas de hombres lobo del fallecido Paul Naschy. Tomás Molinero, un fracasado escritor, regresa al pueblo para ser nombrado hijo adoptivo del mismo, pero descubrirá que los motivos son totalmente diferentes. Es una cinta que empieza de menos a más, y hacia la mitad de la película es un auténtico delirio de risas y carcajadas. Sin duda una recomendable comedia para pasar un buen rato entre amigos y con un maquillaje sorprendentemente decente y que demuestra que el cine nacional también tiene calidad (cuando quiere).
La última del día resultó ser la noruega Headhunters, un thriller que como cara conocida destaca a Nikolaj Coster-Waldau (o en palabras del melenudo presentador del evento: “El folla-hermanas de Juego de Tronos”). La trama nos narra la vida de Roger, un reputado cazatalentos que se dedica a investigar y contratar a altos ejecutivos para altas empresas, pero en realidad es un ladrón de obras de arte que se aprovecha de su status para robar en las casas de sus candidatos. Todo irá bien, hasta que en su último trabajo provoca la ira a quien no debería. Pese a que no aporta nada nuevo al género, resulta un thriller trepidante, lleno de trampas y muchas intrigas que harán que pasen volando los 100 minutos que dura.
El sábado se produjo el meollo del festival con la friolera de cinco películas seguidas y doce horas de cine que suponen un auténtico reto para cualquier cinéfilo. Empezamos con la alemana Somos la Noche, del director de La Ola, un film de vampiresas alejadas totalmente de los brillantes crepusculanos. Sangre, sexo, drogas es el día a día de estas chicas al más puro estilo rock & roll. Aunque tiene una premisa y un tráiler bastante atractivo, no nos enseña ninguna novedad diferente de todo a lo que habitualmente estamos acostumbrados, con ese dilema de comer o no comer, ya que implica que hay que matar a un ser humano y la crueldad tan característica del vampiro clásico. Ello juntado con algunos momentos pesados y lentos da como resultado una película bastante regulera pero con secuencias interesantes por la que los amantes de este género podrían considerar interesante darle una oportunidad.
Siguiendo la tarde, nos encontramos con la adaptación a la gran pantalla del manga de Noburo Watsuki: Kenshin: El Guerrero Samurái. La película del guerrero con la espada invertida resulta sorprendente con un alto nivel técnico y un vestuario que no defraudará a los fans de la serie. Si bien determinados momentos dramáticos y pesados alargaron demasiado la película y el doblaje me resultó en algunos actores espantoso (determinadas traducciones que se debieron quedar como el original estropearon la cinta en determinados momentos dramáticos que provocaron un efecto contrario en los asistentes).
Sobre la hora de la cena y sin tiempo para reposar, nos vino la estupenda película de acción indonesia The Raid. En ella un grupo de policías de élite intentan asaltar un edificio habitado por delincuentes, para capturar al capo que dirige a éstos. La misión acaba siendo una trampa cuya única salida es escapar y sobrevivir. Sin duda una de las mejores películas de acción de los últimos tiempos, trepidante, emocionante y con todos los ingredientes que se le puede pedir a una película de este género. El protagonista nos da unas lecciones de golpes de llaves difíciles de olvidar todo ello y también es destacable la lucha final que es para enmarcar… Seguramente la favorita junto con Lobos de Arga, por parte del público; se llevó unos fuertes vítores al finalizar. Si os gusta la acción, no dudéis en ver esta película.
Cerca de la medianoche proyectaron la que fue sin duda la peor película del festival, The Collector, del director de varias películas de Saw. Nos encontramos ante un copia-pega de la conocidísima saga: un ladrón entra en una casa a robar sin saber que ya se encuentra alguien de ella, y ese alguien es un misterioso psicópata enmascarado que se dedica a torturar a los habitantes de la casa poniendo trampas tanto dentro como fuera de la casa. Película muy regular, con algunos fallos clamorosos y con un final vergonzosamente descarado encaminado a una secuela que de seguro no va a existir y que molestará a más de uno. Pero si buscáis una opción a lo que ya habéis visto infinidad de veces en la saga Saw no es mala elección. Si no es así ahorraos esas horas en hacer algo más productivo…
Ya cerca del amanecer se nos obsequió con la película francesa Frontiers, una cinta al más puro estilo Martyrs: mucha violencia y gore en la única obra proyectada en versión original en el FanTer. No apta para estómagos débiles, como apuntaba el tráiler, y con un aspecto que nos recordará bastante a la saga de Hostel.
Como plato final se proyectó en sesión infantil El origen de los guardianes (y como guinda, vimos una película de zombies cubana titulada Juan de los muertos: humor y sátira social son los pilares de esta comedia negra que gira en torno a Juan, un desgraciado que se encuentra con el gran negocio de su vida en un mundo lleno de disidentes. ¿Quién se encargará de eliminarlos? Esta es la premisa de una cinta con una crítica hacia la revolución cubana de fondo y de la manipulación que allí vive e incluso hacia el propio género zombie en sí. En esta época que vivimos (los muertos vivientes son la última moda) se agradece un cierto aire diferente a lo que estamos acostumbrados y encontrarnos con esta co-producción hispano cubana asegura un buen rato.
Ya como colofón al festival se produjo la entrega de premios a los cortos (profesionales y amateur: los ganadores fueron Tus gritos me dan risa de Sergio Morcillo y El Caserón de Miguel Ángel Izquierdo, respectivamente), y relatos (El buhonero de Fernando Rena fue el premiado).
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