ESTADOS UNIDOS, 2001
TÍTULO ORIGINAL: The
Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring
DIRECTOR: Peter Jackson
PRODUCTOR: P.Jackson, B.Osborne, T.Sanders, F.Walsh
PRODUCTOR: P.Jackson, B.Osborne, T.Sanders, F.Walsh
GUION: P.Jackson, F.Walsh, P.Boyens
REPARTO: Elijah Wood, Sean Bean, Orlando Bloom
DURACIÓN: 178 minutos
VALORACIÓN: 9/10
La mejor película de la década: así es como definiría, de manera simple, la impresión que me dio esta película. Un film que creó tal género “fan” que no se había visto nada parecido desde que George Lucas se le ocurriera hacer su particular novela caballeresca espacial. Pero vayamos por partes.
Hay muchas cosas que se podrían destacar de esta película. Una de
ellas son los paisajes. Peter Jackson
aprovecha su tierra natal para demostrar que el mundo paradisiaco que nos
describe Tolkien en sus libros, está
más cerca de nosotros de lo que pensamos.
Las perspectivas aéreas a lo largo de toda la película nos
deleitan con una belleza que pocas veces se han visto en el cine. Las
diferencias de contraste con los paisajes, desde la paz sosegada de Hobbiton hasta el caos y la oscuridad
de Mordor, reflejan a la perfección
lo que Jackson intenta plasmar: un auténtico mundo paralelo que no deja de ser
bastante semejante al nuestro.
Otro punto destacable es la banda sonora, a cargo de Howard Shore y Enya. Siempre se agradece que una película tenga su propia banda sonora y no sean canciones de la época que estén de moda. Cuando ocurre esto, la música entra en consonancia con los momentos de la película y dan un plus de emoción a la carga de las imágenes. Un gran ejemplo, y mi favorita de esta película, sería Samwise The Brave.
Las actuaciones en conjunto son de enmarcar. No se puede destacar
ni despreciar ninguna y eso es un mérito enorme de un trabajo en conjunto.
En otras películas siempre hay una cabeza que destaca o intenta destacar ya sea
directamente o indirectamente por el carisma que irradia. En cambio, aquí nos
encontramos con que secundarios conocidos, actores con un currículo envidiable,
y actores noveles forman una auténtica camaradería trabajando a la par en una
situación pocas veces vista (y cuya actuación se vio premiada con el
galardón al mejor reparto por la academia de actores en 2003).
Sí que me gustaría nombrar a un par de ellos como es el caso de Ian Mckellen, que encarna a Gandalf y estuvo a punto de ganar el óscar en 2001; Viggo Mortensen (nadie podría haber sido Aragorn mejor que él); y Andy Serkis que, con Gollum, abrió la veda de un nuevo tipo de actor digitalizado. Aunque no se le vea directamente, la calidad y dificultad de su trabajo son remarcables.
Si tenemos que ponerle algún pero, tendría que decir que es el guion
(o mejor dicho, algunas situaciones que se producen). Pese a que para mí, el
trabajo de adaptación del libro es uno de los mejores que jamás se hayan hecho
y con algunos cambios muy acertados (el cambio del final por nombrar alguno),
hay determinados eventos que -desconozco por qué- Jackson los deja bastante “cortos”, y se producen situaciones
ridículas que rompen con la notable estética general del film. Aparte también
del hecho de los recortes de escenas que eran importantes en el argumento con
la premisa de que “las veríamos en la extendida”. Aunque en este caso, el
equipo de producción sería el responsable, más que el propio Jackson.
Muchos critican el papel de Gimli que se convierte en un secundario cómico y se quejan de que los elfos, una raza que al igual de los enanos pasa de todo de lo que ocurre, aparezcan como criaturas nobles y valientes. No me parece algo criticable. Por un lado, me parece acertado que haya un secundario que sirva de alivio cómico a la trama y cree situaciones entrañables o simpáticas (Gimli lo hace a la perfección; no podría imaginarme a otro). Y por otro, tengo que reconocer que no me gustó mucho ese aspecto de superhéroe que le dan a los elfos, sobre todo a Legolas, que es algo estrambótico.
El
Señor de Los Anillos es una película preciosa, emotiva, que ensalza valores como la
amistad, el valor y la esperanza; una oda a la naturaleza difícil de olvidar.
Una década y 17 Oscar después, sigue en nuestro recuerdo y muchos podemos decir
con orgullo que tuvimos el honor de poder asistir al cine a verla.
Efectivamente, yo también la vi en el cine, y además en versión original (aunque en una sala pequeña), y dos años después, maratón, en pantalla muy grande, de la trilogía. Ay, el añorado cine Astoria de Donostia... Snif snif.
ResponderEliminarEn fin, veremos qué tal nos sienta a todos la vuelta a la Tierra Media.
Ya queda menos.
curioso pero siendo un clasico, me quedo con la segunda parte que me parecio mas emocionante. pero me parece tan lenta la primera parte, el unco fallo que le veo
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