12/10/13

EL ÚLTIMO BLOG A LA IZQUIERDA...DE SITGES - DÍA 1



Mucho ha pasado ya desde que Neil Jordan nos dio una clase maestra sobre vampirismo en Entrevista con el Vampiro, dos décadas después vuelve a demostrar que el cine de vampiros es algo más que sangre y oscuridad con su nueva obra Byzantium, una historia poética y sensual sobre dos mujeres que ocultan un terrible secreto.
Estas dos mujeres son Clara y Eleonor que están interpretadas magistralmente por Gemma Arterton y Saoirse Ronan y llevan todo el peso de la película dando vida a dos personajes antagónicos pero que se necesitan mutuamente para poder sobrevivir en un mundo en el que deben de huir continuamente.

Byzantium se centra en la relación materno filial de las dos protagonistas tras instalarse en una nueva ciudad y comenzar a relacionarse con nuevas personas. Clara conoce Noel un hombre solitario que ha heredado un hotel abandonado que se acaba convirtiendo en un prostíbulo, y Eleonor comienza a relacionarse con Frank, un joven enfermo de leucemia que se siente atraído por ella desde el momento en el que la conoce.
En el apartado técnico destaca la excelente fotografía de Sean Bobbitt, creando una atmosfera que consigue atrapar al espectador desde el primer momento con sus tonos grises y negros.


Sion Sono se ha convertido en un habitual del Festival de Sitges y también en una de las apuestas más seguras para el espectador que año tras año tiene el placer de disfrutar de sus últimas obras.

Why Don´t You Play in Hell? Es una obra imprevisible, demencial, caótica, llena de excesos, paródica y con un ritmo infernal que no deja que el espectador aparte un segundo la vista de la pantalla hasta su desorbitado clímax final, que a riesgo de equivocarme puedo decir que va a ser una de las escenas más sangrientas y surrealistas de todo el festival.
En el film nos encontraremos a dos bandas de yakuzas enfrentadas a muerte, a un grupo de jóvenes que lleva años soñando con rodar una película, una aspirante a actriz que obtuvo la fama de niña gracias a un insoportable anuncio de pasta dentífrica, al nuevo Bruce Lee y a Koji un joven sin ninguna aptitud… todos ellos acaban mezclándose en una historia con tintes tarantinescos que el propio Sion Sono se ha encargado de clasificar como su “propio Kill Bill”.

Why Don’t You Play in Hell? Nos trae al Sion Sono más inverosímil, una película que consigue arrancar una sonrisa continua al espectador, ya sea por su particular humor, por su exagerada violencia o por su infinita creatividad. 
Tras Why Don’t You Play in Hell? Continuamos experimentando con peliculas pertenecientes a la seccion Noves Visions, en esta ocasion es el turno de Love Eternal, que es radicalmente opuesta a la propuesta del director japones.
Y es que nos encontramos ante una producción independiente que supone el segundo film de Brendan Muldowney y que nos narra la historia de Ian, un joven que queda traumatizado tras ver el cadáver de su padre y de una compañera de instituto y que queda recluido en su casa durante diez años con internet como único contacto con el exterior.
Tras la muerte de su madre tiene que dar un paso adelante y enfrentarse a un mundo del cual hace tiempo no tenía un contacto real. Todo ello le supera y decide entrar en un foro donde escribe la gente que esta a punto de suicidarse.
Ian encuentra un extraño placer que le resulta gratificante, relacionarse con el cadáver de jóvenes que acaban de suicidarse.
Love Eternal es una película que apunta maneras, que esta a punto de explotar en varias ocasiones, pero que finalmente se queda a medias y no consigue sacarle todo el jugo a una mórbida historia con tintes necrófilos que podría haber dado muchísimo más de sí.

Esperar, esperar, esperar… pocas veces el  título de una película resulta tan acertado, y es que en The Wait te estás 96 minutos esperando que  suceda algo mínimamente interesante, a que la película empiece a coger ritmo, a que se te narre una historia… pero nada de eso sucede y la espera te deja con cara de tonto y con la sensación de tomadura de pelo si es que no te has dormido a mitad de camino.
Emma y Angela son dos hermanas que encuentran a su madre muerta, a continuación Emma recibe una llamada en la que una voz femenina le dice que este tranquila que su madre va a volver y como es lógico decide dejar el cadáver en su habitación tapado con una manta y con una ramita encima para los malos olores.
A partir de aquí vemos como no pasa absolutamente nada interesante mientras una montaña se va quemando, al igual que nuestra paciencia y nuestro aguante que alcanza su nivel máximo con el absurdo desenlace de la película.

Solamente hemos visto cuatro películas, pero The Wait se ha posicionado de manera brillante para ser el mayor coñazo de la edición de este año del festival, mirando el lado positivo todo lo que nos queda por ver nos parece bueno al lado de ella.

 
Por tercera ocasión nos adentramos en el pantano de Victor Crowley para volver a disfrutar de su festín de gore y humor negro, aunque en esta ocasión ya resulta repetitivo y pierde parte de ese humor que le caracterizaba.
Hatchet III comienza donde nos quedamos en la anterior entrega, es decir con Marybeth (Danielle Harris) acabando de manera brutal con el deforme del pantano.  A continuación tenemos cinco minutos en los que se intenta hilvanar un mínimo de hilo argumental, para rápidamente volver a adentrarnos en el pantano de la muerte.
El resto si sois seguidores de la saga iniciada por Adam Green en el año 2005 ya lo conocéis, una sucesión de muertes que compiten entre ellas para ver cuál es la más cafre de todas y que tiñen la pantalla de vísceras y sangre hasta el final de la película.
Hatchet III no aporta nada nuevo a la saga, gustara a los fans de las primeras entregas aunque la formula está a punto de agotarse.

1 comentario:

  1. Byzantyum y Hatchet III no las vi porque las veré enseguida en la Semana de Terror de Donosti, qué ganasss! (muchas de las pelis que pondrán ya han sido proyectdas en Sitges, habeis visto la programación?). Las otras no tuve oportunidad de verlas, ohh!

    Bueno, vi 30 pelis en 3 días y medio... creo que no está mal aun así, jeje.

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