ESTADOS UNIDOS, 2012
TÍTULO ORIGINAL: Girls Against Boys
DIRECTOR: Austin Chick
PRODUCTOR: Clay Floren, Aime Shieh
GUIÓN: Austin Chick
REPARTO: Danielle Panabaker, Nicole LaLiberte, Liam Aiken
DURACIÓN: 90 minutos
VALORACIÓN: 5/10
"Las
chicas malas no lloran". Bajo esa frase se nos presenta la
cinta escrita y dirigida por Austin
Chick, una historia de venganza con tintes feministas a la que ha bautizado
Girls Against Boys, o lo que es lo
mismo, Chicas contra chicos en español. Lo cierto es que desde que vi
el tráiler me llamo la atención este film, tanto por su temática (me suelen
gustar bastante estas historias de RapeRevenge)
como por sus protagonistas, pero una vez vista he de decir que sin ser una mala
película (aunque tampoco buena), me ha sabido a poco.
Me esperaba algo parecido a I
Split On Your Grave o La Última Casa
a la Izquierda y esta cinta, aunque puede estar influenciada por ellos, no
se parece mucho a estos títulos. Para empezar en ningún momento notamos que
estemos viendo un film de terror o de torture-porn,
sino que los tiros van más hacia el drama, dejando de lado la violencia y la
sangre. Vamos que si esperáis ver a tías torturando salvajemente a sus
agresores, esta no es vuestra película.
Con eso no quiero decir que no haya escenas
burras, que las hay, pero en ningún momento son lo que predomina y la mayoría
de las muertes son bastante simples. Tampoco digo que no haya sadismo; las
protagonistas (sobre todo una de ellas) se desfogan bastante con alguna de las víctimas, pero como ya he dicho, la
sangre no abunda en esta cinta. El argumento es bastante simple: Shae (Danielle Panabaker) es una chica que no tiene demasiada suerte con los
hombres que, por casualidades de la vida (no quiero hacer spoilers), termina haciéndose amiga de Lulu (Nicole LaLiberte),
una camarera algo peculiar con la que formará equipo para así poder vengarse de
todos los hombres que le han hecho daño a lo largo de su vida.
Una de las cosas que más me ha chocado ha sido
la falta de motivaciones que mueve a estas dos chicas a cometer asesinatos casi
sin pestañear. Obviamente no digo que no tengan todo el derecho a estar
cabreadas, pero quitando una de las escenas (la más trabajada en cuanto a
sangre y mala leche) el resto de muertes y castigos no tenían demasiada
justificación.
Algo que creo crucial para este subgénero es
sentir empatía por las protagonistas para así notar cierta sensación de alivio
con cada venganza y, aunque lo primero si lo consiguieron (al menos por parte
de Shae), lo segundo queda bastante perdido. Para que lo entendáis mejor, más
de la mitad de los asesinatos me parecieron gratuitos y de relleno y realmente
no creo que merecieran morir solo por el capricho de una pelirroja a la que se
le ha ido la olla.
Eso se debe en gran parte a un guión que,
aunque empieza bien, termina fallando por todos lados hasta llegar a un final
que a mí me supo a poco. Creo que gran parte de los errores de la película se deben
a eso, a que el guión no esta muy trabajado (si hacemos balance al terminar el
film, el personaje de Danielle Panabaker
no hace más que llorar escena si escena no y pasearse por la pantalla sin
demasiada lógica) y que el director, a partir de cierto minuto de metraje, ya
no sabe muy bien hacia donde quiere ir. Esto da como resultado unos personajes
algo planos, y exceptuando a Lu que se luce bastante, el resto no despiertan
mucho interés.
No quiero decir que todo sea malo, tiene
puntos positivos tanto en el apartado técnico (los efectos y la poca sangre que
hay son bastante buenos) como en el artístico. Ambas actrices cumplen bien con
su rol a pesar de contar con un guion demasiado flojo. Por un lado tenemos a la
dulce Danielle Panabaker (Piraña 3DD o el remake Viernes 13), una cara bastante conocida
ya en el género y, que sin ser de Óscar, ofrece una actuación bastante buena y
hasta llega a despertar nuestra empatía en algún momento. Todo lo contrario que
su compañera de reparto, una cruel y sádica Nicole LaLiberte que, pese a no tener una extensa filmografía y no
contar con la ayuda de un buen guión, lleva perfectamente el rol de femme fatale.
Es una lástima que con una idea que daba para
mucho mas y un reparto bastante interesante haya salido una película tan
descafeinada. No tengo nada en contra del drama, pero creo que para que
funcione tienen que darle más profundidad a los personajes y, en mi caso, en
ningún momento llegue a conocer realmente a las protagonistas. Si a eso le
añadimos un ritmo muy pausado que no termina de arrancar (y cuando lo hace sabe
a poco), nos encontramos con un film mediocre que, a pesar de sus buenas
intenciones, no termina de cuajar del todo. No creo que haya perdido el tiempo
con ella pero, no se la recomiendo a nadie que busque una buena historia de venganzas
o un drama impactante, porque Girls
Against Boys se queda a medio camino entre lo uno y lo otro sin llegar a
saber realmente por cuál de los tiene preferencia.
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