ESTADOS UNIDOS, 2015
TÍTULO ORIGINAL: The Mind's Eye
DIRECTOR: Joe Begos
PRODUCTOR: Joe Begos, Graham Skipper
GUIÓN: Joe Begos
REPARTO: Grahan Skipper, Lauren Ashley Carter, Noa Segan
DURACIÓN: 87minutos
WEB: IMDB: http://www.imdb.com/title/tt4567486/
VALORACIÓN: 6/10
LOS 80 ESTÁN DE MODA
Zack Connors y Rachel Meadows nacieron con increíbles capacidades psicoquinéticas. Cuando sus poderes son revelados, se encuentran prisioneros de Michael Slovak, un doctor desquiciado que intenta hacerse con sus poderes. Tras fugarse de esta siniestra institución, se encontrarán huyendo del doctor, que no cesará en su intento de absorber sus poderes.
El argumento de The
Mind’s Eye es bastante sencillo: un extraño y siniestro doctor tiene
recluidos en un campamento a varias personas que nacieron con el “don” de la
telequinesis (véase mover cosas con la mente) para estudiarlos y utilizarlos
para su propio beneficio, hasta que un día tres de ellos deciden intentar
escapar, desatando la furia del científico que los buscará y perseguirá
quitándose del medio a todo aquel que intente frenar sus planes.
Leyendo esto es fácil que a uno le vengan a la mente varios
títulos ochenteros y es que una de las características de la época era el tema
de mezclar ciencia ficción y terror en cocteles bastante entretenidos donde el
gobierno tenía oscuras intenciones y los freaks debían huir de ellos para
intentar vivir libremente. Parece ser que Scanners
es el referente más claro según algunas críticas que he leído por ahí, pero
como no la he visto no puedo comparar.
Sin ir tan lejos, la actual y archiconocida Stranger Things utilizaba todos estos
elementos en una de sus tramas principales, aunque de forma menos burra y algo
más Spilbergniana.
A parte de las tramas, otra cosa bastante común en los
títulos de videoclub de los ochenta eran sus acabados visuales con una
iluminación casi de neón (con tonos azules, rojos o verdes) y como no, sus
sonidos y músicas a base de sintetizadores. The Mind’s Eye hace lo propio en ambos campos, dándole un estilo
muy underground e intentado disimular lo escaso de su presupuesto, cosa que por
otra parte no es necesariamente negativo ya que los títulos a los que hace
referencia también solían tener sus limitaciones económicas. En general todo el
tema técnico y artístico queda bien resuelto y tanto las imágenes como los
sonidos consiguen transportar a aquella época que Joe Begos quiere emular con tanto esfuerzo.
Quizá precisamente, uno de los fallos de la cinta sea que su
propia naturaleza termina pasándole factura y es que, más allá de lo que he
nombrado a nivel de trama y acabado técnico, The Mind’s Eye no tiene mucho más que ofrecer. Las sorpresas son
nulas (sobre todo si sois asiduos a las películas de ciencia ficción y terror
ochenteras) y eso puede provocar que cuando en pantalla no pasa algo movidito
nuestro interés por ella disminuya.
Por suerte Begos
parece ser consciente de ello y le da un tono exagerado a la película que va de
menos a más hasta alcanzar unas cotas bastante altas de caos y violencia en su
último tercio. Si a eso le añadimos además unos estupendos efectos de
maquillaje y un buen nivel de gore para poder lucirlos, nos encontramos con que
su convencional arranque no es realmente un problema. De por si ayuda a que más
tarde, según avanza la trama uno llegue a emocionarse al ver como las cosas van
subiendo de intensidad con cada nueva escena.
Los personajes no es que sean un punto fuerte y todos quedan
bastante estereotipados y sin mucho desarrollo más allá del protagonista.
Quedan reducidos a ser buenos o malos sin más.
Si tenemos en cuenta el tono exagerado de toda la cinta en
sí, podría decirse que cumplen bien con lo que el director buscaba pese a
terminar rozando en muchos momentos la sobreactuación y llevando las acciones,
los gritos y los gestos al extremo en cada escena.
Con sus pros y contras The
Mind’s Eye termina siendo un film pequeño pero entretenido con el que pasar
el rato, ya sea para dejarse llevar por la dosis de nostalgia ochentera a
través de su música y sus imágenes como para divertirse un rato viendo como
llevan la telequinesis al extremo y disfrutar con el violento espectáculo que
nos regalan. Puede que su trama y sus personajes no sean demasiado llamativos
pero la película rara vez aburre y aunque te veas venir como acabara todo se
puede disfrutar perfectamente gracias a su tono exagerado y caótico. Todo un
despliegue de nostalgia, objetos voladores, sintetizadores, luces de neón y efectos de maquillaje artesanales que
funciona de lujo si no sois demasiado exigentes.
Lo mejor: FX, el
maquillaje y el aumento de exageración en todos los campos. Muy divertido.
Lo peor: La trama en sí no es gran cosa y el ritmo de primeras no ayuda demasiado. El reparto, siendo acorde al tono de la película, a ratos parece sacado de una obra de colegio.
Lo peor: La trama en sí no es gran cosa y el ritmo de primeras no ayuda demasiado. El reparto, siendo acorde al tono de la película, a ratos parece sacado de una obra de colegio.