Una de las sagas de terror más prolíficas que nos podemos
encontrar en la actualidad es Puppet Master, quizás no sea la saga de mayor
calidad, ni la más exitosa, ni la que mayor repercusión tiene, pero con Puppet
Master X: Axis Rising llega ya a su undécima entrega, algo de lo que muy pocas
franquicias pueden presumir.
“Después de frustrar un complot para hacer explotar una
planta de armas estadounidense, Danny Coogan y su novia, descubren que sus
problemas no han hecho nada más que comenzar. Un grupo de marionetas están en
poder de los nazis, los cuales usarán a un ocultista para darle vida y así
tenerlas en sus filas.”
El encargado de dirigir esta secuela es Charles Band que
vuelve a la saga tras dirigir la octava entrega en el año 2003: Puppet Master: The
Legacy, y que estos últimos años ha estado centrado en la horrible franquicia
Evil Bong.
Puppet Master X: Axis Rising esta protagonizada por Kip
Canyon, Paul Thomas Arnold, Jean Louise O’Sullivan y Oto Brezina y tiene
prevista su salida al mercado domestico estadounidense el próximo 2 de octubre.
Tener la casa para uno solo siempre es
genial. Porque no hay nadie que te esté molestando y puedes hacer lo que
quieras. Pero que pasa si de pronto empiezas a escuchar ruidos, ves sombras o encuentras objetos donde no los había. Lo
sobrenatural es ya un elemento que se
presenta solo. Siempre llama la atención.
The Pact es una película sobrenatural combinada con un poco de misterio ya que
el desenlace es un tanto diferente de lo que uno espera.
Sinopsis:- Annie, vuelven a la casa de su infancia al
fallecer su madre para el funeral. Su hermana Nicole ha llegado antes. Pero al
llegar Annie su hermana no esta. Le llama a su teléfono móvil y suena justó
detrás de ella. En el armario al que tanto temía cuando eran niñas. Ahora
tendrá que descubrir que le pasó a su hermana y para eso descubrirá un horrible
secretó. Algo que su madre escondió con mucho recelo.
El film está
basado en un cortometraje homónimo del mismo McCarthy. Una grata sorpresa en un
género tan repetitivo. Elementos familiares como un oscuro secreto familiar, un
fantasma y un tablero de Ouija empiezan a parecer triviales después de un
tiempo, y la última parte puede llegar a convencer o no al espectador eso depende del gusto de
este. Pero McCarthy hace mucho con poco y parece totalmente preparado para
manejar un proyecto de terror como este. Pero si entras en el juego, la película
convence.
La mezcla de la
historia de un asesino en serie con algunos elementos paranormales eficaces
funcionó a la perfección. El ambiente es tenso y extraño en todo. Es una
película inteligente, bien escrita la emoción visceral de una película de
terror y sobrenatural, lo hace con una tensión bien narrada y mesurada, pocos clichés, y aunque esta plagada de tópicos,
consigue salir airosa por la habilidad que demuestra McCarthy tras la cámara.
Destaca su
correcta planificación, un reparto adecuado y un guion que apenas contiene
trampas o situaciones tontas, siempre dentro del género de terror y teniendo en
cuenta que es una historia sobrenatural.
El elenco estuvo muy bien, pero Caity
Lotz fue la mejor. Pese a no maravillarnos con su actuación, en su mayor parte
se sentía real, y nos hizo sufrir por ella. Lleva la carga con confianza y una
eficiente energía. Por otro lado tenemos a Casper Van Dien, que a pesar de
haber salido poco me agradó el ver que no cayó en los típicos clichés ni tensiones sexuales siempre vistas en este
tipo de tramas.
En conclusión, una historia de fantasmas
que se transforma en un lento serial-killer de misterio, Nicholas McCarthy trata de distinguirse por los diálogos
minimizados y un guion legible y fácil de entender para el espectador. Es una película correcta para pasar el rato
sin esperar cosas nuevas.
De lo que no puedo quejarme: La atmosfera lograba proyectar lo que se buscaba, que era tensión
en el espectador. Las
actuaciones, con pocos actores en escena se disfruto mucho más que otras con un
amplio reparto.
Lo que ciertamente le faltó: Para los más
familiarizados al género, es demasiado predecible y le ganan más sus tópicos que la novedad de la
misma.
Mientras que tenemos la mente puesta en la vorágine de cine
que nos espera estos próximos días en el Festival de Sitges, otro de los
festivales especializados más importante de Catalunya sigue anunciando títulos
para su edición de este año.
Se trata del Festival de Cine de Terror de Molins de Rei que
este año celebra su XXXI edición y que anteriormente ya había anunciado dos
películas de la talla de Crawl y Excision (ambas se podrán ver también en el
Festival de Sitges).
Ahora ha dado a conocer el nombre de dos de las películas
que formaran parte de la Sección Oficial Competitiva: la holandesa Zombibi y la
propuesta minimalista Devoured.
Desde tierras holandesas llegara Zombibi, dirigida por
Mrtijn Smits y Erwin van den Eshof, y que promete ser la propuesta mas gamberra
de todo el festival.
Una policía y cuatro jóvenes que han sido encarcelados tras
un altercado en una fiesta deberán de luchar contra una horda de zombies que
azota la zona oeste de Amsterdam.
El tráiler promete mucho humor, acción, zombies y litros de
sangre verde.
En las antípodas de la anterior propuesta nos encontramos a
Devoured, pelicula del director estadounidense Greg Olliver, que fue uno de los
responsables del excelente documental sobre el líder de Motörhead, Lemmy Kilmister.
“Una madre inmigrante trabaja como limpiadora en un viejo
restaurante de Nueva York para poder pagar la operación de su hijo enfermo. Sin amigos ni familia, tiene
una vida solitaria y desesperada ahorrando cada céntimo para enviarlo a casa para su
hijo.
A medida que sus
circunstancias empeoran, las fuerzas malignas que habitan el restaurante comienzan a atormentarla. Lucha para escapar y regresar junto a su hijo antes
de que el mal dentro de los oscuros muros la vuelva completamente loca.”
Devoured esta protagonizado por la actriz española Marta
Milans y pretende atrapar al espectador de una manera muy directa.
Por ultimo, presentamos el spot de este año 2012 que ha sido
realizado por Paco Ruiz rindiendo homenaje a los orígenes del terror, que es el
Leit Motiv de esta edición.
Son muchos los falsos documentales que
nos llegan todos los años. Fantasmas, monstruos, infectados y hasta trolls han protagonizado este tipo de
films, comunes en el cine actual por su barato coste y sus altos ingresos, pero
pocos son los que encontramos que realmente valgan la pena; es decir que entretengan,
aprovechen bien el formato y si puede ser nos impacten. En esta ocasión, puedo
decir que The Poughkeepsie Tapes cumple
bastante bien.
Lo que más llama la atención es que el
film está narrado como si un documental de Crímenes
Imperfectos se tratara, nos hablan de un asesino en serie y de sus métodos intercalando
las imágenes de archivo de sus crímenes y secuestros con las de entrevistas y testimonios
de las personas relacionadas con el caso y sus víctimas.
Esto tiene un contrapunto y es que
aunque hace que todo parezca lo más real posible (si me dijeran que es un
documental sobre un asesino de verdad, podría creérmelo sin problemas) también
hace que el ritmo sea demasiado plano. Aunque no por eso es aburrido ni pesado,
es una de esas películas en las que las explicaciones, bastante explicitas, pueden
impactarnos mucho más que las imágenes de la acción en sí.
Es curioso, puedo decir que me gusto la
película y no mentiría, me entretuvo, me asusto en algún momento e incluso
podría decir que me dejo marca. Pero si me preguntáis si realmente disfrute la
película, no tendría muy clara la respuesta, a pesar de que entretiene nada de
lo que vemos es agradable, ni para las víctimas, ni para nosotros.
Sentimos el horror de esas personas, lo
vemos en sus caras y es que son pocas, por no decir una o dos, las muertes que
vemos en pantalla. Diciendo esto podréis pensar que será un film edulcorado a
causa de su bajo presupuesto, pero en mi opinión es lo mejor que tiene, la
insinuación y la total libertad que deja para que usemos nuestra imaginación.
Las pocas veces que sabemos
explícitamente lo que ha ocurrido es a través de explicaciones de los testigos,
nunca lo vemos directamente y eso provoca que podamos exagerar tanto como
nuestra cabeza lo permita, y en mi caso aunque no diré que terminara acojonado
perdido, sí termine con bastante mal cuerpo y menos uñas que al comenzar la
película.
Con esto de que apenas se ve nada, no quiero
decir que no tengamos secuencias duras para la retina. Sin recrearse en ello,
tiene escenas que sin ser explicitas resultan desagradables, donde seremos testigos
de asesinatos, maltratos, mutilaciones y torturas en las que no faltan
humillación y sumisión, esta ultima en dosis bastante altas. Pero recalco que
lo peor es lo que no se ve, como dice hacia el final de la película uno de los
personajes entrevistados justo después de describir algunas de las torturas: hay muchas más cosas pero son demasiado
horribles para nombrarlas en voz alta.
Por lo poco que la película nos deja ver y en
relación a todo lo que nos insinúa, podríamos decir que no exagera con su
declaración, pero como he dicho antes, advierto que todo esto queda para
nuestra imaginación, cada uno puede pensar lo que quiera.
Podría poner ejemplos de cómo la película sin
apenas mostrar consigue impactarnos, pero es bastante difícil sin hacer spoilers y es que a parte de las cintas de
los crímenes también iremos siguiendo la investigación para saber quién era
este hombre y que fue de él.
Con un par de giros de guion poco predecibles
y lo suficientemente creíbles, la película queda bastante redonda y sale bien
parada en lo que a falsos documentales se refiere.
En este momento, solo se me ocurre compararla
con Megan Is Missing (me dio el
mismo mal rollo y la narración es bastante parecida) aunque como es lógico aquí
no hay grabaciones en webcams, ya que los hechos están ambientados en la década
de los noventa, todo son cintas en VHS y
eso queda claro por la calidad de las mismas.
Y es que uno de los mayores defectos de la
película es la calidad de las propias cintas. En muchas de ellas apenas se ve
lo que está pasando, ni siquiera se distinguen si son a color o en blanco y
negro, incluso en varias escenas se nos pasara por la cabeza lo que era antes
ver el CANAL+ codificado, solo que
sin esos ruidos del audio difuminado de fondo.
También diré que juega mucho con las luces y la
poca visibilidad para acojonar (consiguiéndolo en dos escenas casi sin esfuerzo)
sin golpes de sonido ni movimientos de cámara tan rápidos como confusos, aquí
un solo plano fijo y una imagen del asesino son suficientes. Y es que ese tío
da miedo, no hay mas; la máscara, su voz, y sus apariciones; provocando que la
seguridad que nos transmite nuestro hogar ya no nos parezca tan segura.
La mayoría del reparto esta correcto, el
asesino asusta con solo su presencia y sino que se lo pregunten a Cheryl Dempsey quien hace un personaje real
y con actitudes creíbles, lo que nos provoca la angustia y empatía suficientes
como para que nos preocupemos por ella.
Terminando ya, puedo decir que vale la
pena echarle un vistazo, no se hace larga, entretiene y es de lo más creíble
que he visto dentro del género del found
footage, que sin necesidad de litros de sangre tiene tramos que se te quedarán
grabados un tiempo en la retina.
Es increíble como con una casa que
daba bastante juego para crear tensión y un asesino verídico con una historia
de fondo de lo más macabra, han conseguido hacer semejante truño de película. No
funciona como película de terror, porque no da miedo; no funciona como comedia
porque aunque a veces te dan ganasde
reír, es por lo mal hecho que esta todo; y no funciona como entretenimiento,
por que aburre durante el 90% de
metraje.
Dicho esto, ¿Ante que nos
encontramos? pues muy fácil, una película hecha sin ganas, sin apenas
presupuesto y con cuatro actores de pega, con el mismo objetivo que el resto de
películas producidas por The Asylum, ser un entretenimiento rápido y fácil de digerir.
En este caso, ni eso consigue; cuando por fin pasan los minutos y la película
termina lo único en lo que puedes pensar es: ¿Quien me devuelve mi hora y media?
Los primeros minutos sirven para
saber un poco sobre la historia de John
Wayne Gacy, un asesino en serie real que asesino a más de treinta jóvenes,
a la mayoría de ellos después de violarlos y torturarlos varias veces, para
después hacerles tragar su propia ropa hasta asfixiarlos. La historia tiene
jugo, el asesino fue uno de los mas sádicos que se conocen, en su casa se
encontraron 26 de los cuerpos de los jóvenes desaparecidos y como dato extra,
sus últimas palabras antes de ser ejecutado fueron las mismas que las de la
frase de presentación de esta reseña: kiss
my ass! (besadme el culo), dirigidas a sus víctimas. Con un asesino así,
uno piensa que la película será dura de ver, algo parecido a The Poughkeepsie Tapes, que sin
necesidad de muertes y sangre por todos lados, fue impactante.
Pero no, aquí la escena más dura que
podemos ver es como el supuesto fantasma empuja a una rubia de una silla
(parece que estaba juguetón el payaso) y es que casi todo ocurre al final y
fuera de plano, sin saber ni quien muere ni por qué, algo que jode bastante
después de aguantar casi ochenta minutos de tonterías y tramos pesadísimos,
donde lo más interesante son las tetas de la médium (eso sí, que cambie de
cirujano porque menuda exageración) y un intento de escena de sexo que se queda
en nada.
Sé que no tiene mucho sentido hablar
de desnudos en un blog de terror, pero es que si no hablo sobre eso, poco mas puedo
decir de esta película; si, es verdad que en algún plano si pasa algo; como que
parpadea una luz o se mueve un cojín de la cama, situaciones terroríficas que prefiero no seguir
nombrando e intercaladas con momentos de lo más interesantes, con sesiones de espiritismo absurdas y paseos por la
casa que se hacen repetitivos. Creo quedesde
las secuelas de Paranormal Activity no
me aburría tanto con un mokumentary.
Soy el primero que entiende que las
películas en este formato tienden a ser lentas, para meternos de lleno en la
historia y todo eso, pero es que aquí es lenta sin excusa, no nos metemos en
nada, no sentimos nada, los personajes nos dan igual y ni la casa ni las
situaciones transmiten ningún tipo de inquietud (¿Quien fue el listo que
decidió tener las luces encendidas en casi todas las habitaciones? si parece
que sea de día toda la película!)
Sobre el reparto no quiero decir
mucho, de malos a pésimos, por no hablar de la increíble e inexplicable
necesidad de la médium por enseñar las lolas.
Primero la arañan (o lo que sea) encima de una teta, excusa perfecta para meter
un primer plano, y después por meter
un desnudo gratuito y así intentar levantar la películacasualidad se
le abre la camisa, y el sujetador, mientras lucha a base de hechizos (si habéis
leído bien) con el supuesto fantasma.
Mención a parte a los efectos
especiales, concretamente una escena rodada con una cámara fija que es de lo
más cutre que he visto últimamente, además del fantasma, que no contento con su
atuendo inicial, se lo cambia en cada aparición. Para no ser tan negativo, diré
que también tiene un par de escenas salvables, bastante bien hechasy que aunque solo sea por un momento,
consiguen generar un mínimo de tensión.
Para ir terminando, recomendare que
si os acercáis a este film, lo hagáis por que realmente no tenéis nada mejor
que hacer (aunque como método para coger el sueño puede funcionar bastante bien)
por que no encontrareis nada de lo que os pueda parecer por su tráiler o su
portada. Le doy un punto por la primera aparición de Gacy (además de su respuestaa las preguntas de las psicofonías) y otro por el empeño de la médium en
desnudarse (pero remarco que debería denunciar al cirujano) lo único, por
triste que parezca, rescatable.
Tenían un buen escenario, una buena historia y buen
personaje, pero lo llevaron a cabo de una manera desastrosa, aburrida y
prescindible. Espero tener suerte y que Gacy: El Payaso Asesino valga la pena, que por mucho que aquí lo dejen algo
simple y ridículo, este asesino fue de los peores de la historia en lo que
asesinos en serie se refiere.
A continuación lo mas destacado de las sesiones especiales
que nos depara el Festival de Sitges este año: la sobrevalorada F, la vuelta a
la animación de Tim Burton, Barry Levinson y su incursión en el mundo de los
mockumentary y Lo Imposible, del aclamado director catalán Juan Antonio Bayona.
Basada en hechos reales, F narra la historia de Robert
Anderson, un profesor de secundaria. Robert no es exactamente un modelo
a seguir, pero deberá ejercer de héroe inesperado. Un colegio ha sido
asaltado y Robert sospecha que esto pueda repetirse. Sus predicciones
se harán realidad en una noche de violencia extrema. Con las clases
terminadas y las luces apagadas, los pocos miembros que quedan en el
instituto verán como un grupo de hooligans asaltan el fortín
académico. Una sudadera con capucha adquiere las resonancias del traje
de un villano, que esconde el rostro, y los pasillos oscuros del
instituto son el germen del terror.
El mejor amigo de Victor es su fiel perro Sparky. Por eso, cuando este
último muere de forma inesperada, el mundo se le viene abajo.
Desesperado, intentará resucitarlo con un poco de ciencia y, ante todo,
mucha electricidad. El experimento tiene éxito, y Sparky vuelve a la
vida (con alguna cicatriz de más, eso sí). A mediados de los ochenta, el
cortometraje Frankenweeniesupuso una llamada de atención
sobre el talento incipiente de un joven llamado Tim Burton. Tres
décadas más tarde, el director revisa una de sus historias más
queridas, llevándola al mundo de la animación y aplicando toda la
sabiduría que le ha convertido en uno de los nombres clave del cine
contemporáneo.
El mar es el sustento de la pequeña localidad costera de Claridge, en la
Bahía de Chesapeake. Por eso, cuando dos investigadores biológicos
franceses descubren un altísimo nivel de toxicidad en el agua, el
alcalde se negará a anunciarlo con tal de no desatar el pánico. Poco
después, el pueblo se ve asolado por una plaga de parásitos que se
introducen en el cuerpo humano, con horribles consecuencias. El veterano
de Hollywood Barry Levinson sorprende a propios y extraños con esta
virulenta incursión en el terror con textura digital de found footage y
rabioso trasfondo ecológico.
A caballo entre la película de supervivencia y el melodrama familiar,Lo imposible
parte de una historia real, la de una familia que sobrevivió al tsunami
tailandés de 2004, para erigirse en una conmovedora reflexión sobre la
pérdida, la importancia de los lazos afectivos y la condición humana.
Áspera, hiperrealista, durísima en su recreación de la llegada de la
ola y de sus primeros impactos geográficos, físicos y emocionales –se
advierte la huella de Weir y de Malick, su manera de hablar de la
naturaleza como algo poderoso e incontrolable–, Lo imposible
muda poco a poco en melodrama. Un melodrama cuidado en el dibujo de los
personajes, sus decisiones y las emociones que les acompañan en tan
duro viaje.
No quería escribir esta reseña, no quería perder ni un
segundo en comentar esta película, no quería ensuciar mis dedos al teclear
estas palabras, pero definitivamente me he decido a hablar (muy escuetamente)
sobre el film El Último Fin de Semana
para prevenir a cualquier inconsciente que se le pase por la cabeza echarle un
ojo a este intento de película.
Estamos ante una película que no hay por donde cogerla, su
visionado se hace interminable ya que todo lo que sucede es sumamente aburrido
y sin ningún tipo de interés para el espectador. Las actuaciones son inclasificables
por llamarlas de alguna manera, el guion absurdo y su final pretende ser
sorprendente y resulta patético.
El uno de puntuación se lo doy por sus diálogos, todos y
cada uno de ellos no tiene ningún tipo de desperdicio consiguiendo que en más
de una ocasión se dibujara una medio sonrisa en mi cara que oscilaba entre la
incredulidad y la vergüenza ajena.
Esta es mi opinión resumida sobre una de las peores películas
que recuerdo haber visto en mi vida, pero algo extraño y sorprendente ha
sucedido al buscar información sobre la película en internet y es que todas las
paginas o blogs especializados que hablan sobre ella la ponen por las nubes,
parece que nos encontremos ante la obra maestra que va a revolucionar el cine
español.
Similitudes con David
Cronenberg, Ti West, John Carpenter, Lars Von Trier, Michael
Heneke, y un entusiasmo desorbitado al hablar sobre todas y cada una de las
virtudes (que yo no conseguí encontrar por ningún sitio) que ofrece el film es
lo que nos podemos encontrar en unas elaboradísimas reseñas que suelen ir
acompañadas de un enlace en el cual te recomiendan encarecidamente la adquisición
de la película en DVD.
Yo no soy nadie para juzgar la opinión de los compañeros que
comparten sus criticas a través de la red, pero me ha perecido bastante curioso,
a la par que sospechoso, este patrón que hay en todas las reseñas de El Último
Fin de Semana, por lo que si alguien decide saltarse mi consejo y bajo su
responsabilidad decide ver la película me gustaría conocer su opinión y saber
si le ha parecido una obra de arte como a la mayoría o una autentica bazofia
como a mi.